Desde hace cinco años, los músicos y las músicas disponen de una fecha especial en la que ponen de manifiesto tanto las condiciones en las que se desarrollan, como las necesidades y problemáticas de su actividad, siempre intentando construir acciones para mejorar esta profesión.
El 23 de enero se celebra en toda la Argentina el Día Nacional del Músico, en honor al nacimiento de Luis Alberto Spinetta. 
En 2014, el Instituto Nacional de la Música (Inamu) lanzó el proyecto de ley, que fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Senadores.
El Flaco llegó al mundo en 1950 y partió en 2012, dejando un vacío imposible de llenar como uno de grandes referentes del rock nacional. 
Desde hace un lustro, para conmemorar su vida, el Instituto Nacional de la Música, organizaciones de músicos y músicas de todo el país y ámbitos de la cultura de distintas provincias realizan diversas actividades en simultáneo. 
Charlas, talleres y presentaciones con entrada libre y gratuita, a cargo de profesionales y especialistas. “Porque esta celebración es también un día de reflexión y capacitación sobre nuestro trabajo”, opinan desde el Inamu.
En este contexto, en Salta se llevará a cabo el taller “Sin sonido no hay música”, a cargo de Bernardo Baraj. 
La cita está pautada para el 23 de este mes, a las 19, en el hall del Teatro Provincial, ubicado en Zuviría 70.
Allí, el reconocido músico saxofonista Bernardo Baraj compartirá su experiencia luego de más de 50 años de profesión en el ámbito de la música popular (tango, jazz, folclore, rock). 
En este encuentro se centrará en los aspectos fundamentales que hacen a la producción del sonido en la relación entre el saxofón y el tango. Se observarán conceptos como: la respiración, la embocadura, el ataque y otros elementos como el vibrato. 
Estas nociones contribuyen a lograr una mejor expresión y un sonido fluido que ayudarán a desarrollar los componentes que hacen a una buena ejecución. Se recomienda a los participantes llevar saxofón para poner en práctica los fundamentos referidos.
El evento cuenta con la organización del Ministerio de Cultura, Turismo y Deportes, la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de la Provincia y el Inamu. 
Además, el 24 de este mes, en el Café del Tiempo (Balcarce 901) el vientista desplegará su virtuosismo junto a su jazz quartet, integrado por Pepe Angelillo, Matías Saluzzi y Martín Misa, a las 22.30. 
Sin dudas, serán dos jornadas ideales para festejar la música y recordar al padre de “Ludmila”, “Barro tal vez” y “Plegaria para un niño dormido”, entre otros.

Ícono de la cultura argentina

La complejidad instrumental, lírica y poética de sus obras le valió a Luis Alberto Spinetta el reconocimiento del mundo. Logró conmover a por lo menos tres generaciones, pues quienes eran adolescentes cuando se iniciaba hoy son abuelos. Los jóvenes actuales en Argentina lo siguen escuchando y lo convierten así en un artista atemporal que genera lazos de convivencia, un espacio simbólico entre generaciones. Él afirmaba que las canciones ya no le pertenecían, pero seguían siendo suyas de otra manera: en la medida en que eran de todos y en tanto él era “uno de ellos”. Sus canciones son entonces una suerte de patrimonio nacional y, en un sentido más amplio, el compositor se revela como un ícono imprescindible de la cultura popular argentina. Y por ello el 23 de enero, fecha de su nacimiento, es el Día del Músico.