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Bruxismo
Son técnicas aliviadoras para el hábito involuntario y mecánico de apretar los dientes a modo de compresión, generalmente de noche. Los especialistas afirman que es provocado por los altos niveles de estrés, la mala alimentación, la depresión y un sueño poco reparador
16 DE Febrero 2019 - 10:02
Por Victor Ingrassia (Infobae)
Los altos niveles de estrés, la mala alimentación, la depresión, el sedentarismo, un sueño poco reparador y las malas posturas en el trabajo tienen diversas consecuencias en nuestro organismo. Una de ellas es el bruxismo, un hábito involuntario y mecánico que hace que los pacientes aprieten los dientes a modo de compresión.
Según los manuales de medicina, el concepto de bruxismo hace referencia a una alteración biomecánica de la articulación temporomandibular en la que se produce una parafunción mandibular, o sea, se aprietan los dientes. Aunque puede darse de forma indiferente durante el transcurso del día o de la noche, tiene una mayor incidencia durante la noche.
El odontólogo y profesor Gustavo Vernazza explicó a Infobae que el 40% de la población sufre este mal que también incluye a los niños. "Este hábito inconsciente e involuntario de apretar o rechinar los dientes atenta contra la estética. Este trastorno del sistema de masticación es una causa importante de desgaste en las piezas, rotura y astillado e incluso puede llegar a causar otros dolores", sostuvo Vernazza.
Uno de los principales problemas que aparecen es el desgaste de las piezas dentales, debido al continuo movimiento de los dientes superiores sobre los inferiores, a modo de compresión y cizallamiento.
"En los últimos años, hubo un gran aumento de esta afección en los niños, debido a patologías neurológicas o por la sobreexigencia en el ámbito escolar. De acuerdo a cifras aportadas por la Asociación Argentina de Kinesiología (AAK), lo padece un hombre por cada tres mujeres", aseguró a Infobae la licenciada Laura Amelia Cohen Imach, kinesióloga y fisiatra en ALPI.
Si bien es más común recurrir al odontólogo, que receta una placa semidura relajante y una medicación acorde, el tratamiento adecuado va más allá de eso y debe ser integral.
"Dado que el bruxismo afecta las funciones respiratorias, masticatorias, deglutorias y fonatorias, es necesaria una intervención conjunta de todas las especialidades médicas y afines que se puedan ocupar de él, como la odontología, psicoterapia, kinesiología, médico de cabecera, estomatología, fonoaudiología, psicología, etc.", sostuvo la especialista.
Signos y síntomas más frecuentes
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico generalmente se realiza en base al examen clínico y con estudios complementarios realizado por el odontólogo apoyado por el relato del paciente o una persona cercana confirmando el bruxismo.
"El tratamiento kinésico es indispensable y necesario ya que, al tratarse de una alteración mecánica articular, la intervención debe realizarse en forma precoz. Para esto, el kinesiólogo realiza una evaluación y un examen físico detallado con el fin de poder diagramar un programa terapéutico acorde. En esta evaluación se valora el movimiento mandibular y los músculos masticatorios, la región cervical y la postura corporal general, entre otras cosas", precisó Cohen Imach.
Y agregó: "Existen varios tratamientos relacionados con esta área. En este sentido, la kinesiología trabaja muy cerca con la osteopatía u otras terapias complementarias para la rehabilitación cráneo-sacra (con maniobras intrabucales que relajan al paciente). También se pueden aplicar sesiones de campo magnético que alivian el dolor y hacer tratamientos de psicoterapia, dado que, muchas veces, las causas pueden ser somáticas o psicológicas".
Para ello, la licenciada describe que se realizan diferentes tipos de técnicas de relajación, ejercicios posturales y RPG, maniobras intrabucales y fisioterapia. En algunos casos, hacer yoga también puede resultar beneficioso como una técnica alternativa.
Objetivos kinésicos principales:
La fisioterapia, otra aliada
La fisioterapia puede ayudar en casos de bruxismo a relajar toda la musculatura y a eliminar las tensiones. Primero, puede localizar los puntos de tensión para luego trabajar en la zona. El fisioterapeuta masajeará la zona de la mandíbula y desbloqueará las articulaciones de apertura mediante masoterapia. También puede emplear técnicas como la electroterapia.
Algunos ejercicios para trabajar el bruxismo son los de contrarresistencia, en los que el paciente tratará de abrir la boca sin que el fisio lo permita. También el estiramiento del esternocleidomastoideo es importante, ya que estira la zona superior del pecho y libera la tensión acumulada.
En muchas ocasiones, el dolor mandibular se carga en zonas como el cuello, por eso el fisio también eliminará las tensiones de esa área.
Resumen de las prácticas más comunes para combatir el bruxismo con fisioterapia:
Fuente: Infobae