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Así lo aseguró National Geographic. Hace más de tres décadas que la Universidad de California y el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la Nasa advierten que la Antartida Occidental comenzó a derretirse que producirían consecuencias inevitables.
19 DE Febrero 2019 - 21:17
“A vista de pájaro la plataforma de hielo de Pine Island, en la Antártida, es un tren que se dirige hacia la ruina a cámara lenta. Por supuesto desde una perspectiva humana. En tiempo geológico todo está sucediendo en un abrir y cerrar de ojos‘.
Así comienza el artículo ‘La Antártida se divide en icebergs gigantes: el principio del fin‘ de National Geographic en el que aseguran que ‘hace más de tres décadas que desde la Universidad de California y el Laboratorio de Propulsión a Reacción -JPL por sus siglas en inglés- de la Nasa, se viene avisando de que la Antártida Occidental ha comenzado a derretirse‘.
‘Ahora, el gigantesco bloque que está a punto de separarse de la plataforma de hielo, conocido como Larsen C, puede ser el precursor de un colapso de todo el continente, el cual, de producirse, inundaría un gran número de ciudades costeras en todo el mundo‘, aseguran.
Según NatGeo, los bordes del Larsen C se deshacen con la misma facilidad de un castillo de arena. Adempas, en su superficie se distribuyen grandes grietas que comparten el espacio con lagunas de deshielo de hasta 400 metros cuadrados.
La grieta que está a punto de separar el Larsen C del continente mide casi 200 kilómetros de largo y en alguno de sus sectores su ancho puede alcanzar los 2000 metros. Pero cuando llegue a su extensión completa, provocaría la creación de un iceberg de unos 5 mil kilómetros cuadrados, uno de los más grandes jamás registrados.
Dicho bloque, tendría una superficie que representa unas 25 veces la de la ciudad de Buenos Aires, que cuenta con 203 kilómetros cuadrados.
El profesor de la Universidad de California y científico de la Nasa, Eric Rignot, afirma que el giro reciente de la grieta pone de manifiesto su fractura temprana.
En el mar de Amudsen, al oeste de la Antártida, se calentó más de 0,5º y la velocidad a la que el hielo se está derritiendo y fracturando se ha cuadriplicado. Las predicciones para el aumento de la temperatura en el caso del mar de Wedell, colindante con el Larse C, se sitúan en los 5ºC de promedio.
La importancia de la grieta que está creciendo radica en que el hielo que va a desprenderse está asentado en una serie de islas. Por el contrario, gran parte del resto de la plataforma de la península descansa sobre una cuenca que se interna hasta los 5000 kilómetros de profundidad, lo que la hace especialmente vulnerable a la suba de la temperatura del océano, según publicó La Nación.
Sin el Larsen C y a causa de la temperatura del mar, la situación se complica porque la plataforma de hielo se desarmará y romperá en pedazos cada vez más pequeños. Como el fenómeno ocurrirá a una velocidad cada vez mayor, el nivel del mar aumentaría en más de tres metros, inundando ciudades enteras de todo el mundo.
De este modo el derretimiento y la rotura de la plataforma de hielo de ese sector de la Antártida es un caso dramático. Entre los años 1994 y 2015 la cantidad de hielo se ha visto mermada en un 10%. Lo que más preocupa es que cuando se retire el hielo de Larsen C se podría afectar el glaciar vecino Thwaites, que podría desestabilizar a la mayor parte de la Antártida Occidental.
‘Es tan solo una cuestión de tiempo. Lo importante es saber si esto ocurrirá en un período de 500 años, o en menos de 100. Y sobre todo, si será la humanidad lo suficientemente rápida como para prepararse a los acontecimientos. Tenemos que despejar la incógnita, y hacerlo antes de que sea demasiado tarde‘, sentenció Rignot.
Fuente: La Voz