Una visita de lujo llegó a la capital salteña. Se trata de la ajedrecista Florencia Fernández (WIM), quien es tetracampeona nacional.
La joven deportista, de 27 años, es oriunda de Buenos Aires y llegó a esta ciudad para volcar su experiencia y compartir con los amantes del juego ciencia.
Hoy, a partir de las 19.30, ofrecerá una charla al público en general sobre el empoderamiento de la mujer en el deporte nacional e internacional. Se cumplirá en las instalaciones de Club El Círculo (General Güemes 636), donde funciona la Federación Salteña de Ajedrez.
La visita de esta prestigiosa ajedrecista es producto de un trabajo conjunto entre la Cooperadora Asistencial, a través del doctor Javier Cornejo Solá y el contador Pablo Outes, y algunas instituciones salteñas vinculadas con esta disciplina.
Fernández llegó el martes en horas de la mañana y cerca del mediodía brindó una charla en el Club El Círculo. En horas de la tarde, en la misma institución llevó a cabo un desafío de blitz a 5 minutos (ajedrez rápido), con diferentes ajedrecistas.
Asimismo, ayer realizó una simultánea en la plaza 9 de Julio’, dentro del programa “Jaque mate a la violencia en las plazas”, organizada por Club El Círculo, Sportivo Comercio, Biblioteca Dávalos, y la escuela de ajedrez Aníbal Aparicio.
Mañana, en General Güemes 636, la talentosa deportista hará un análisis de partidas de ajedrez. La charla también estará orientada a instructores del programa “Jaque mate a la violencia”, y público en general, desde las 18.30.
El sábado se cumplirá un torneo abierto de ajedrez en el Club Sportivo Comercio (San Luis 525), a partir de las 14.
Fernández comenzó a jugar al ajedrez casi de casualidad. A los ocho años acompañó a su papá y a su hermano a un torneo escolar y fue como un “amor a primera vista”, del que jamás se separaría.
La actual tetracampeona argentina pasó de los torneos escolares a competir en Torneos Metropolitanos. Luego siguió aprendiendo con un profesor particular que la recomendó para ingresar al Club Argentino de Ajedrez, donde fue becada por su gran progreso y rendimiento.
Con solo 12 años, disputó su primer Mundial en Grecia 2002 y a los 17 ya era maestra internacional.