El vocal de la sala 1 del Tribunal de Juicio de Tartagal, el juez Ricardo Hugo Martoccia, condenó en un juicio abreviado a un joven de 21 años residente en Tartagal por el delito de encubrimiento y le impuso la pena de seis meses de prisión efectiva.

El ejemplificador fallo que marca un contraste claro con la corriente garantista que tiene a mal traer a miles de ciudadanos, sentará un antecedente importante para quienes compren elementos robados a precios irrisorios e intenten justificar que no conocían su procedencia.

El condenado identificado como Carlos Alberto Jerez no solo deberá devolver el elemento robado (una motocicleta) sino también cumplir una prisión efectiva de 6 meses. Como Jerez tenía una condena impuesta anteriormente, la pena fue elevada finalmente a 7 meses de ejecución efectiva, es decir permanecerá todo ese tiempo en prisión.

El robo de motocicletas en todo el norte de la provincia prácticamente igualó al robo de teléfonos celulares por la facilidad que los delincuentes tienen para reducirlas en Bolivia; además, por unos cuantos pesos se comercializan en cualquier barrio de Mosconi, Tartagal, Aguaray o Salvador Mazza.

Algunos delincuentes actúan con la modalidad de descuidistas pero en varias ocasiones las consecuencias para las víctimas han sido peores y resultaron golpeados, heridos y hasta se produjeron víctimas fatales como el sucedido hace algún tiempo a un joven de Salvador Mazza que intentó resistir el robo de su moto recién adquirida. Solo los controles que realiza la policía municipal de tránsito en forma sorpresiva logran detectar que se trata de motocicletas robadas y adquiridas por precios viles en cuyo caso son secuestradas.

El fallo de Martoccia marca un antecedente importante para quienes actúan como encubridores de este delito al comprar elementos sabiendo o sospechando su procedencia.