El director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, Federico Maigua, explicó por Radio Salta que el precio de la canasta básica de alimentos, durante febrero tuvo un costo de $10.300 y el de la canasta total llegó a cerca de $25.900 también en el segundo mes. Según el Isepci, esto es lo que necesitó una familia tipo para no ser pobre en Salta. Indicó que en los dos primeros meses del año la inflación fue ya del 9 por ciento. 

“Estamos hablando de un aumento del 7 por ciento entre ambas canastas. Un número bastante alto y si a esto le  sumamos el 2 por ciento que hubo en enero tenemos un 9 por ciento en lo que va de 2019”.
Remarcó también que el aumentó de los combustibles repercute directamente en el precios de los productos. “La suba en el precio de los combustibles hace que aumente el flete y todo esto se traslada a las góndolas. “No hay ninguna política antinflacionaria por parte del Gobierno nacional”,  disparó.

Alertó que cayeron drásticamente las ventas en los negocios barriales y céntricos. “Las ventas disminuyeron muchísimo el año pasado. Durante los 12 meses de 2018 mostraron resultados negativos, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. Eso da cuenta de la caída del consumo que fue una constante durante el año pasado y ahora se repite”.

Destacó también el cierre de numerosos comercios céntricos. “Al caer tanto el consumo, junto con la caída por otro lado del poder adquisitivo, provoca que muchos negocios tengan que cerrar sus puertas porque no hay ventas”,  finalizó.