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La película, íntegramente rodada en nuestra provincia, se estrena este jueves, 23 de mayo. Y será una verdadera revolución en la pantalla grande.
19 DE Mayo 2019 - 14:07
La nueva película de Rodrigo Moscoso será una verdadera revolución en la pantalla grande: íntegramente rodada en nuestra provincia y con huellas claras de la más potente salteñidad urbana, el film presenta una historia de amor lejos los lugares comunes y con una atractiva originalidad.
Con un auspicioso preestreno en el BAFICI, la cinta del creador de “Modelo 73” desembarca en los cines el próximo 23 de mayo. Allí, Juan conoce a Luciana en el peor momento de su vida. Juntos entretejen, casi por accidente, una relación inusual y atípica. Esta comedia los enreda en un mundo de mentiras que se acumulan sin control, pero donde también se ve el valor de la amistad y de los lazos entre padres e hijos. Mientras, los enamorados viven en su propio universo: el local en desuso de un comercio que hace tiempo perdió su apogeo, servirá de escenario para dos jóvenes que buscan encontrarse a sí mismos.
Antes del estreno del film, que todo salteño debería ver, El Tribuno dialogó con Bárbara Lombardo, quien aseguró, entre otras cosas que el cine debería ser más federal.
- Badur hogar tiene la particularidad de que no es una película clásica como las que se filman en provincias diferentes a Buenos Aires, con muchos paisajes, ¿cómo fue la experiencia de filmar en Salta?
- Sí, es cierto. ¡Mi experiencia en Salta fue buenísima! Me encantó conocerla, me hice muchos amigos y amigas y tengo muchas ganas de volver y de recorrer. Me encantó conocer un poco de la cotidianeidad, la ciudad y los paisajes, entender más de nuestra historia, ver lugares que uno conoce quizás por leer algún libro en la escuela. Me encantó San Lorenzo, también estuve en Colomé y me pareció maravilloso el Museo de la luz. Me costó llegar pero fue bárbaro. Creo que pasé por Cachi a la vuelta, y la verdad es que me quedé con ganas de volver.
- ¿Qué cosas tenés de tu personaje? Luciana es una porteña pero no tan típica…
- Quizás lo que tengo en común es que voy para adelante y me lanzo a la experiencia. Por momentos digo “hay que hacerlo” y te vas dando cuenta qué es lo que surge mientras lo vas haciendo. A veces uno no puede anticiparse mucho. En lo que me pareció que es alejada a mí es que Luciana es una chica que tiene cero registro del otro, es ella y todo gira a su alrededor. Sobre todo en ese momento en el que ella está pasando por una crisis y saliendo de una relación difícil, y quiere divertirse y pasarla bien. Ella tiene esas ganas y con ese objetivo es que enreda a los demás en problemas, sin mucho darse cuenta.
- La trama conjuga amor y mentiras que se maneja. ¿Cómo construyeron ese cruce?
- Lo trabajamos con ritmos, sobre cuál el ritmo de las respuestas en el diálogo. Es muy importante, y sobre todo con la actuación. Están actorazos salteños como Nicolás Obregón, María Gracia Zandanel, Daniel Elías, son bárbaros y me encantaría volver a trabajar con ellos.
- Gran parte de la película transcurre en un lugar que está como detenido en el tiempo. Vos experimentaste el pasaje de aquellas cosas antiguas a las actuales, más modernas y tecnológicas. ¿Cómo viviste ese tránsito?
- Bueno, yo soy bastante fan de las cosas vintage, de los objetos antiguos, o incluso en la ropa. Mis platos son todos antiguos, y los fui comprando algunos en Egipto, por ejemplo, y otros que fueron de mi bisabuela. Me parece que son cosas de calidad, muy valiosas y muy bellas. Y la verdad es que hay un poco de eso que extraño, pero la transición es algo que por momentos disfruto mucho, y el celular, internet, me parecen herramientas maravillosas que me dejan conocer cosas que de otra forma no podría. Cómo por ejemplo, conocer museos que figuran en algunos sitios web, o googlear sobre algún artista o película, buscar en YouTube donde podés encontrar y ver cualquier cosa. Al mismo tiempo, también lamento un poco ese tiempo en el que uno salía y cuando volvía tenías los mensajes en tu casa. No estaba el celular y había algo del dejarse llevar por lo que pasaba y surgía en el momento.
- Esta es tu primera película después de cuatro años, después de “Mientras Kubrick estaba en el espacio”. ¿Qué te genera el hecho volver al cine?
- Tengo muchas ganas de seguir haciendo cine, por supuesto. De seguir haciendo proyectos que me gusten y que estén buenos, más allá de que sea cine o televisión.
-¿Qué tiene que tener un proyecto para que te embarques en él?
- Depende del momento en el que estoy, a veces quizás necesito trabajar y tengo que hacerlo, como todos. Pero, en general, me fijo en el guion, el elenco y el director. La propuesta visual y el equipo: saber quién es el director de fotografía, por ejemplo. A veces va todo súper bien, y otras veces se da que lo tengo que hacer e igualmente sale todo buenísimo.
¿Tenés algún proyecto en mente?
- Sí, estoy trabajando en la previa de otra película que empiezo a filmar en dos semanas. Ya estoy con los ensayos. La película se va a llamar “Ojos de arena”, y está dirigida por Alejandra Marino.
- A propósito de tu gusto por lo vintage, ¿qué cosas te apasionan cuando no estas frente a la cámara?
- Yo soy muy fan de estar con mis amigos y mis seres queridos, me parece re importante. Creo que es fundamental estar con la familia y compartir momentos. Y después me gusta mucho estudiar y aprender, alimentar mi cabeza.
- ¿Sos muy lectora?
- Ahora estoy más con lo audiovisual, me está costando leer. El otro día lo pensaba, porque es un problema.
- ¿Te imaginás como directora?
- Me encantaría. Ahora estoy capacitándome más en escritura, pero la posibilidad de hacerlo me parece una aventura. Por ahora estoy aprendiendo a escribir ficción.
- Hablando de ficciones, ¿Qué te parece que le aporta esta película al cine nacional?
- Creo que tiene una impronta muy del director, Rodrigo Moscoso, que es como su producto o hecho artístico. Aunque no es una comedia clásica, el género me encanta. También me encanta la estética de la película, y la situación de enredo de los personajes. Nicolás Obregón está increíble. Daniel Elías me emociona, y él ahora se ganó el premio al Mejor cortometraje en el Bafici. Creo que esta película le da oportunidad a actores no tienen fácil la posibilidad de llegar a todo el país y de que puedan mostrar en este caso, el talento salteño, como podría ser el talento de actores rosarinos o cordobeses.
- ¿El cine debería ser más federal como industria?
- Sí. Si no sucede, debe ser porque es difícil producir, pero tendría que ser así. Todos tendríamos que poder producir y filmar, y contar relatos de nuestra identidad, sea porteña, salteña o rosarina.
- ¿Qué le dirías a la gente que no se inclina tanto por el cine argentino?
- Que nos den una oportunidad y que vayan a verlo. Que estamos todos tratando de hacer mejor cine y mejores productos y relatos. Entiendo que cada uno es libre de elegir lo que quiere, pero que entiendan que se hace con mucho esfuerzo y quizás se pueden sorprender.