Hoy llega a los cines Toy Story 4, el final de la saga en la que los juguetes toman vida, justo 25 años después de la primera y legendaria entrega.
La película original, estrenada a fines de 1995, fue la primera de la historia realizada de manera integral por computadora. Con esta historia, Pixar se presentó en sociedad y puso en marcha el notable recorrido que todos conocemos.
Después del largometraje que se estrena hoy en la Argentina no habrá más andanzas animadas protagonizadas por Woody, Buzz Lightyear, Jessie, el cerdito Jam, el dinosaurio Rex, el señor Cara de Papa, Barbie y una serie de nuevos personajes (más algún regreso determinante, como el de la pastorcita de porcelana Bo Peep, ausente en la tercera película) que resultan decisivos en este capítulo final.

Nuevas aventuras

Esta vez un recluido Woody deberá afrontar no ser más el muñeco de cabecera, mientras que Bo Peep se muestra como una pastora independiente y experimentada que ha visto mucho mundo a pesar de su naturaleza de porcelana. 
Así los protagonistas animados tienen que vérselas con una nueva dueña, Bonnie, la niña a la que Andy le dejaba sus queridas pertenencias en la tercera parte junto a nuevos personajes en un viaje de vacaciones.
Las emociones humanas transferidas a objetos continúan dictando la magia de la franquicia, que supo recaudar casi 2 mil millones de dólares en su seguidilla de tres episodios. En el mercado local, se cree que Toy Story 4 llegará con comodidad al primer lugar entre las películas más vistas del año. Toy Story 3 fue vista en la Argentina por 3.230.850 personas en 2010 y todo indica que la cuarta llegará a los cuatro millones. 
También regresan viejos conocidos. como el simpático Buzz Lightyear, mientras que Forky es una flamante criatura armada por Bonnie con un utensilio de plástico que quiere abjurar de su destino de muñeco y busca arrojarse continuamente a la basura.

Detrás de la animación

La primera Toy Story fue la demostración inicial del talento de John Lasseter, que de a poco adquirió el papel de figura central de Pixar y se convirtió, cuando Disney compró el estudio en 2006 por unos 7.400 millones de dólares, en el responsable creativo de ambas usinas. El origen de Toy Story fue el corto de Lasseter, Tin Toy (1988). Allí, cuenta Lasseter, por primera vez se logró desde una pantalla de computadora darle vida a los juguetes del relato a través de la movilidad de brazos, piernas y expresiones faciales.
En 2017 la era Lasseter llegaba inesperadamente a su fin. En la Expo Disney D23, ante una multitud de representantes de medios internacionales, el hasta allí jefe creativo indiscutido de la animación de Disney reveló que dejaba la dirección en completas manos de Josh Cooley, quién finalmente resultó en el debutante director de este film. 
Con Toy Story 4 empezaba sin dudas un nuevo ciclo. En medio de esa larga y compleja producción Disney dividió aguas: nombró a una mujer, Jennifer Lee (directora de Frozen) como responsable máxima de su división animada, y puso al frente de Pixar a un veterano del estudio como Pete Docter (Intensamente).

Era de cambios

“Hubo gente que trabajó en esta película y que nos dijo que la primera película que vio en su vida fue Toy Story”, contó uno de los productores, Jonas Rivera. El propio director de este cuarto capítulo tenía 15 años cuando se estrenó la película original. Toda una señal de los cambios y la evolución que experimentan los personajes a lo largo del tiempo. 
Pixar promete que Toy Story 4 es la última secuela en los planes de un estudio que de aquí en más solo parece dispuesto a elaborar historias más cerca de Coco e Intensamente que de Buscando a Dory o Los increíbles 2, por más que estas hayan alcanzado números de boletería superiores a los de sus respectivos originales.

Algunos de los nuevos personajes

Forky

Un tenedor-cuchara al que Bonnie transforma en juguete. Tiene un pro­blema de identidad, por­que no se asume como juguete.

Gabby Gabby

Muñeca de la década de 1950 diseñada para que pueda hablar, pero cuando lo hace no suena como “muñeca adorable".

Duke Caboom

 Motociclista experto en acrobacias de los años 70. Hace alarde de valentía, pero esconde más de un secreto que lo atormenta.