Argentina y Brasil se verán las caras por la semifinal de América justamente en el estadio en el que los locales vivieron la peor pesadilla de su historia, el 7 a 1 con baile que le propinó Alemania en la semifinal de su Mundial, el de 2014, en el Mineirao de Belo Horizonte, la sede el choque de semis del martes. Pocos saben que aquel catastrófico resultado y la huella que dejó en la historia fue utilizado para un proyecto solidario bilateral que incluyó a ambos países, el goleador y el goleado de aquella ocasión.

Sucede que el estadio Mineirao y la ONG Dahw Brasil distribuyeron cerca de 800 mil reales a cuatro institutos brasileños. Los recursos fueron recaudados por medio de donaciones realizadas en Alemania. El travesaño y la red utilizadas en el partido entre las selecciones brasileña y alemana, en la semifinal de la Copa del Mundo 2014, fueron enviadas al país europeo.

Los interesados en contribuir con proyectos sociales en Brasil, que donaron más de 71 euros, recibieron una parte de la red de aquel partido histórico, que los alemanes consideran como una gloriosa reliquia, y los brasileños se desprendieron de ese arco “de la mala suerte” y se lo sacaron de encima, aprovechando esto para realizar una movida solidaria noble. El travesaño, en tanto, está en el Museo del Fútbol de Alemania.

La capacidad del estadio Mineirao es para 61.927 personas sentadas. En la bandeja superior hay espacio para 38.735 fanáticos y en la inferior para 23.192 aficionados. Además, cuenta con 98 palcos. También, son 3172 los estacionamientos totales con los que cuenta el estadio en el que generalmente hace de local el Cruzeiro. Como dato de color para conocer un poco más el mítico estadio de la semi, son 68 los bares que posee el Mineirao, en los que incluso se pueden llegar a vender cuatro mil litros por partido y 1.200 de refrescos. Además, cuenta con una plata solar propia que genera su propia energía.