La Municipalidad de la Ciudad de Salta lanzó una campaña para que voluntarios se sumen a la limpieza del cerro San Bernardo, en el marco de la Semana del Ambiente.

Fueron muchos los que ayer estuvieron temprano frente al Museo de Arqueología, atrás del monumento a Martín Miguel de Gemes. Participaron de la limpieza del cerro, además de los voluntarios, personal de Ambiente Municipal, Grupo CREV (Cuerpo de Rescate Especial Voluntario), Bomberos, Prevención y Emergencias y de la Policía Infantil.

El San Bernardo es una de los lugares turísticos más visitados de la ciudad; especialmente para tomar fotografías. A los miles de turistas se suman los salteños que van a pasear o a hacer deportes. Lamentablemente, la basura es una constante en los senderos que conducen a la cima y en las laderas, pese a que hay tachos.

El componente más problemático de los desperdicios que se van acumulando en el cerro es el vidrio, que genera un alto riesgo de incendio en las temporadas de viento zonda, consecuencia del efecto lupa provocado por el sol a través de este material.

Con bolsas negras, tipo consorcio, los voluntarios se dedicaron toda la mañana a levantar papeles, cartones, botellas y restos de comida.

Adriana y Fernanda se conocen de toda la vida, desde que tenían 13 años, y siempre suben al cerro como forma de mantenerse activas. Las dos subieron con una bolsa que se fue llenando hasta la cima.

"No hay conciencia. Este es un paseo de la familia y está lleno de plásticos y bolsas. Somos muy roñosos", dijo Adriana.

"No nos acostumbramos a llevar una bolsa para nuestra basura. Los días de semana siempre hay basura, pero luego de los fines de semana hay de todo, no se puede caminar de tanta basura", dijo Fernanda.

Más abajo estaba el jefe de Guardabosques, Alejandro Llala, quien con la gente del CREV estuvo limpiando las faldas del cerro. Con arnés puesto, dirigía Ernesto Flores.

"Acudimos al CREV porque sobre las laderas hay mucha basura. Los vidrios son los que más nos importan, pero hay de todo", dijo Llala.