Liverpool, en una definición infartante, se coronó como campeón de la Supercopa de Europa al vencer en los penales al Chelsea, tras igualar en tiempo reglamentario 2 a 2, en el estadio Vodafone Park de Estambul, Turquía.
El rojo comenzó mejor e hizo valer su jerarquía en el campo de juego al adueñarse del balón y generar varias ocasiones de peligro. Pero hubo que esperar para encontrar la primera acción de peligro, que llegó pasados los 15 minutos cuando Mohamed Salah escapó por derecha a espalda de su marcador e hizo lucir a Kepa.
El Chelsea tuvo la suya a los 22 minutos, tras una buena jugada colectiva Pedro se filtró por izquierda y con un remate potente y cruzado hizo temblar en travesaño. Minutos después, Giroud de chilena también asustó al Liverpool, pero el remate salió desviado.
La primera alegría del partido llegó a los 36 minutos cuando Christian Pulisic, con pelota dominada, encaró de izquierda a derecha y lanzó un pase en diagonal sensacional para Olivier Giroud, quien definió de zurda para marcar el 1 a 0 transitorio.
En el complemento, Klopp mandó a la cancha a Roberto Firmino en lugar de Alex Oxlade-Chamberlain y su equipo cambió por completo. Con una actitud renovada, acorraló al Chelsea y marcó el empate a los dos minutos, Sadio Mané sin marcas y el arco a su merced puso el 1 a 1.
Los minutos siguientes fueron un festín del Liverpool que generó situaciones pero la falta de precisión le jugó en contra.
Así la definición fue a alargue y a poco del inicio, Mané estampó el 2 a 1
El conjunto de Frank Lampard reaccionó de inmediato y Jorginho cambió un penal por gol, convirtiendo en 2 a 2 definitivo.
El Chelsea terminó dando una mejor imagen que el Liverpool, pero no pudo concretar sus aproximaciones y el encuentro se definió por penales.
En la definición desde los doce pasos todos convirtieron a excepción de Tammy Abraham, jugador del Chelsea, cuyo disparo fue tapado por Adrián y de esta manera el Liverpool sumó su cuarto título (1977, 2001 y 2005).