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Los actuales bicampeones del mundo vencieron a República Checa por 88 a 67.
2 DE Septiembre 2019 - 02:25
Estados Unidos comenzó ayer su camino en el Mundial de básquetbol de China con una cómoda victoria 88 a 67 ante República Checa en Shanghai.
La selección estadounidense, ganadora de las dos últimas citas mundialistas (Turquía 2010, España 2014), llegó a la cita china con un equipo mucho menos temible de lo esperado, aunque compuesto enteramente por jugadores de la NBA.
Al mando, además, está el técnico Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs desde 1996 y campeón por tanto de cinco campeonatos de la NBA (1999, 20003, 2005, 2007, 2014).
Tras un primer cuarto victorioso por 17-14, el cuadro estadounidense se fue al descanso dominando 43-29, y a la vuelta de vestuarios no tuvo más que administrar sin sobresaltos su ventaja, dando entrada en la cancha a toda la plantilla.
Tan solo dos jugadores superaron los 20 minutos en la pista, el escolta Marcus Smart y el armador Donovan Mitchell, que sumó 16 puntos y un 50% de acierto en triples en 25 minutos.
El alero Harrison Barnes fue el siguiente máximo anotador de los norteamericanos con 14 unidades, y el base Kemba Walker, jugador de los Boston Celtics, estableció 13 puntos y 4 asistencias.
El combinado estadounidense se vio privado de la presencia de sus mejores jugadores, como LeBron James, Stephen Curry, Kawhi Leonard o los preseleccionados James Harden y Anthony Davis.
Pese a todo, son los máximos favoritos a revalidar el título por tercera vez consecutiva, aunque selecciones de la talla de Serbia, España, Grecia o Australia querrán que se repita la historia de 2002 y 2006, cuando los estadounidenses se quedaron fuera en cuartos de final y semifinales respectivamente.