El médico personal de Diego Maradona, Leopoldo Luque, señaló ayer que el estado de salud del entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata “es bueno”, a la vez que resaltó que “son días agitados y estresantes” y dijo que es probable que se lo traslade “a una casa en Nordelta” asignada para que siga allí su tratamiento.

“Una de las ideas más fuertes es que se lo traslade a una casa en Nordelta”, señaló Luque, quien afirmó que se estaba “evaluando” el alta clínica del técnico, que podría ser en las próximas horas, decisión que se tomará junto con la familia.

En declaraciones radiales, Luque reveló otros detalles sobre la adicción del mejor futbolista de todos los tiempos: “La abstinencia es al alcohol. Diego no es un gran consumidor de alcohol, por sus antecedentes, y los fármacos que toma. En el último tiempo tomaba una copa y le hacía mal. Hoy Diego con mucha lógica me dice ‘¿qué hago acá?’. Tiene mucha lógica, porque se siente bien”, expresó, a la vez que contó que “en ningún momento llegó a la instancia de peligrar su vida o la de terceros”.

En tanto, manifestó: “La gente cercana a él lo veía raro y confundido. Les llamó la atención su estado de ánimo, o el hecho de emitir un comentario de algo que no se estaba hablando”.