Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
Visita en el cementerio. FOTO: JAN TOUZEAU
Desde muy temprano se acercaron a las diferentes necrópolis para rendir tributo a sus seres queridos.
2 DE Noviembre 2020 - 15:42
Mucho movimiento mostraron hoy los cementerios en Salta. Es que al igual que en diferentes países del mundo hoy se celebró el Día de los Fieles Difuntos. El Tribuno realizó un recorrido en vivo a través de su cuenta de Facebook Live para mostrar en imágenes como la gente se acercó, en este caso, hasta el cementerio de la Santa Cruz para honrar a sus seres queridos. Las puertas están abierta hasta las 17 horas.
“Después de mucho tiempo vuelvo a visitar a mi mamá, mi hermana. Es un momento muy lindo poder hacerlo", contó Marcelo visiblemente emocionado.
Muchos de los que se acercaron hoy al cementerio celebraron este momento ya que después de mucho tiempo pudieron estar regresar para saludar a familiares y amigos que ya no están con nosotros.
Un día especial
El Día de los Fieles Difuntos es la fecha asignada por la Iglesia Católica para recordar a los seres que ya no están con nosotros. La celebración se basa en la doctrina que sostiene las almas de los fieles, que al tiempo de morir no estaban limpias de pecados veniales, se las puede ayudar a alcanzar la Visión Beatífica con rezos y misas.
Algunas de las creencias relacionadas con el Día de las Almas son de origen pagano y vienen de tiempos inmemoriales. Así, los campesinos de muchos pueblos católicos creen que en la noche del 1 al 2 de noviembre, los muertos regresan a las casas donde vivieron para participar de las comidas que sus deudos les preparan y que denominan “ofrendas”.
La familia se levanta al alba y se prepara para ir al cementerio. Portan velas, ramos y coronas de flores naturales y artificiales, más alguna cruz nueva si es necesario reemplazar las viejas. Ya en el cementerio, la familia participa de la misa que el párroco reza en el lugar. Concluida esta, las familias solicitan al sacerdote que les rece un responso sobre la sepultura del pariente o ante el nicho, pues según se cree, la bendición ante la tumba es más efectiva que la del templo o de la sacristía.
Luego del responso al pie de la tumba, la familia procede a adornar las sepulturas o los nichos. Allí colocan las flores y las coronas, encienden las velas y finalmente rezan según las instrucciones que da la “esclava”. Concluidas todas estas ceremonias, la familia con sus amistades más íntimas, regresa a su casa donde proceden a abrir la pieza de las “ofrendas” para luego almorzar los “restos” dejados la noche anterior por las almas. A esto llaman la “repartija”.