Palabra autorizada. Uno de los fundadores de Universitario Rugby Club, donde fue jugador y presidente, extitular de la Unión de Rugby de Salta y miembro de la Unión Argentina de Rugby, Raymundo Sosa, no acepta la campaña mediática que se armó contra los amantes de la ovalada.
“Hay una campaña orquestada con la colaboración de servicios de inteligencia para desprestigiar a la UAR y al rugby en general”, contraatacó el afamado abogado penalista.
Sosa se refirió a los ataques mediáticos que fueron enfocados hacia el capitán de Los Pumas Pablo Matera y a los jugadores Guido Petti y Santiago Socino, durante el torneo “Tres Naciones” que se disputó recientemente en Australia, en donde además se le cuestionó al conjunto nacional el homenaje casi nulo que hubo tras la muerte del astro futbolístico Diego Maradona.
Sin embargo, el principal escándalo que envolvió al elenco albiceleste fue la viralización de tuits xenófobos y discriminatorios escritos por Matera, Petti y Socino entre 2011 y 2014.
“Es difícil conseguir esa información si no tenés tecnología, conocimiento y tiempo para ponerte a leer los tuits de las 50 personas que estuvieron en esos momentos el Australia, porque hackearon a entrenadores, a ayudantes y a todos los jugadores”, señaló.
De todos modos Sosa también aclaró con respecto al tributo a Diego Maradona: “No le podés echar la culpa a los chicos. La responsabilidad de un tibio homenaje es de los dirigentes, pero hasta el silencio es parte de un tributo”, resaltó.
En ese sentido destacó que “la UAR tiene un esquema de organización en donde tiene gente rentada y especialista en cada tema, como relaciones públicas, marketing”. Y disparó: “¿Cómo no van a saber cómo actuar. Era un tema dirigencial y no de los jugadores”.
Al ser consultado si hubo una sumatoria de errores dirigenciales, Sosa lo descartó al asegurar que tras el escándalo por el crimen del joven Fernando Báez Sosa, a comienzo de año en Villa Gesell, donde hay 8 rugbiers detenidos y procesados por la fatal golpiza, la UAR reaccionó inmediatamente y elaboró un programa en contra de las agresiones que se enmarca en el denominado “Programa 2030” y que está en todas las uniones de rugby del país.
“Estos casos no solo son repudiables sino que además tienen que ser condenables, porque son casos muy aislados que ensucian la imagen del rugby”, señaló tajantemente.
Asimismo, destacó que “este programa busca a largo plazo difundir no solo los valores del rugby, sino además la responsabilidad que le cabe a cada persona en los actos de violencia”.
“En este momento hay una comisión dedicada a estas cuestiones, pero, además, se debe crear una comisión para enfrentar a estas campañas de desprestigio que se llevan a cabo”, insistió.
Sosa aclaró que “la gente de rugby que está adentro de un club sabe que no es un grupo elitista ni discriminador. En Universitario hay una gran cantidad de chicos becados, porque hay gente muy humilde, como hijos de recolectores de residuos. Y hay de todo, como profesionales, empresarios”.
Al ser consultado sobre si existe una interna en la UAR que esté provocando esto, el letrado rememoró: “Estoy en la dirigencia hace 50 años y conozco muchas historias. Conozco la historia de cuando la Unión de Rugby de Buenos Aires manejaba todo el rugby del país. Desde esa época los dirigentes del interior buscamos denodadamente que se escindiera esta dirigencia de la Unión Argentina de Rugby y que se convirtiera en una unión más que formar la entidad madre del rugby”.
“Costó muchísimo. En sus inicios fue un salteño como Lisandro Carrizo el que llevó las banderas del interior y hoy, Marcelo Rodríguez, el actual presidente es sanjuanino y no toda la gente de Buenos Aires está de acuerdo con eso”, destacó
“En una cuestión política no hay unanimidad de criterios, y eso está bien y un gran determinante de este panorama político es Agustín Pichot, que es admirable por todo lo que logró, pero, obviamente, hay muchos detractores hacia su figura. Y hay algunos sectores que creen que no hay que darle tanta preponderancia al rugby profesional”, concluyó Sosa.