El partido colombiano Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) exigió hoy al presidente de Colombia, Iván Duque, que "pare el genocidio" contra los desmovilizados de la extinta guerrilla y líderes sociales, tras el asesinato de más de 60 de ellos en los últimos dos meses.

"Duque, pare el genocidio", exigió el líder de la formación, Rodrigo Londoño, a través de un video publicado en su perfil de la red social Twitter.

#DuquePareElGenocidio
Que La Paz no nos cueste la vida pic.twitter.com/zX1Itmu4u7

— Rodrigo Londoño (@TimoFARC) February 25, 2020

En su mensaje, Londoño explicó que los excombatientes de las FARC sabían al firmar el acuerdo de paz, en noviembre de 2016, que iban a exponerse a este tipo de situaciones, pero no se imaginaban que iban a tener "un presidente indolente".

Iván Duque, presidente de Colombia

"Lo que nunca pensé, es que íbamos a tener un presidente cuya inacción lo hace cómplice del genocidio con los exguerrilleros que han firmado la paz y los líderes sociales que le están apostando a la paz", esgrimió.

Nueva ola de violencia en Colombia

Desde la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, una nueva ola de violencia ha estallado en Colombia debido, principalmente, a la pugna entre grupos rivales para controlar el territorio de la antigua guerrilla.

De acuerdo con Naciones Unidas, desde la firma de la paz, fueron asesinados al menos 303 líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos, 86 de ellos en 2019, y 173 ex combatientes de las FARC, 77 de ellos el pasado año.

El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz señaló, por su parte, que en 2020 ya fueron ejecutados al menos 51 líderes sociales y diez exguerrilleros.

El senador de la FARC, Carlos Lozada, pidió también hoy a Duque "salir de la inercia que lo hace cómplice" y detener "este baño de sangre".

"La sociedad colombiana se debe pronunciar y exigir al gobierno que nos rodee de garantías. Si continuamos así, el proceso de paz está corriendo peligro", advirtió Lozada.

El último homicidio de un exguerrillero se produjo ayer en Quibdó, capital del departamento occidental del Chocó, lo que elevó a diez los desmovilizados asesinados desde principios de año. Otros dos habían sido acribillados este fin de semana en el montañoso departamento de Huila, en el sur del país.

"No vamos a dejar a los excombatientes solos, no vamos a permitir que los hampones nos los sigan arrebatando", dijo el consejero presidencial para la Consolidación y la Estabilización, Emilio Archila, tras los últimos crímenes contra los miembros de la extinta guerrilla.

En una reunión celebrada esta mañana, el partido FARC trasmitió a la Misión de la ONU en Colombia su "profunda preocupación" por lo que considera "un exterminio en marcha", a la vez que rechazó el "silencio" del gobernante conservador.