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Se suman esfuerzos en la región para conservar e investigar al oso más austral del planeta.
25 DE Febrero 2020 - 08:09
El oso andino o de anteojos es una especie que fascina por sus características y que históricamente atrajo la atención de científicos y de las comunidades andinas.
Imponente, solitario y poco conocido, sus apariciones esporádicas frente a los seres humanos inspiraron especulaciones y leyendas como la del Ucumar. El enigmático animal ha dado indicios de habitar en las Yungas.
El oso más austral del planeta es también uno de los más amenazados por la destrucción de su hábitat y la cacería furtiva. “Su densidad poblacional y genética es muy baja. Vive en los Andes tropicales, pasando por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia hasta el extremo noroeste de Argentina”, explican los especialistas.
Los investigadores argentinos Fernando Del Moral y Noelia Gómez del Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco, contaron que participaron de un relevamiento inicial de campo. “Realizamos encuestas sobre la presencia del oso andino a comunarios Yamparas (comunidades originarias) en áreas naturales de Bolivia, como El Palmar, ubicado en el departamento de Chuquisaca”, recordó el salteño Del Moral. Se trata de un área integrada por ecorregiones de bosque tucumano-boliviano, valles secos interandinos y Chaco serrano muy vinculados a los Andes del norte argentino, con excepción de la presencia de una palmera endémica en el Palmar de Bolivia, la palmera janchicoco (Parajubaea torallyi).
La leyenda del Ucumar (hombre oso) lo describe como una fiera de rasgos humanoides, manos y pies muy grandes, y cuerpo cubierto de pelos. Ucumar significa “oso” quichua y aymara. La tradición lo circunscribe a Sudamérica, especialmente el norte argentino, Perú, Bolivia, Ecuador y algunas regiones de Venezuela y Colombia. En la mitología precolombina el oso andino era venerado por y puede que de aquella época hayan surgido relatos sobre un oso de anteojos relacionado con las cuestiones sobrenaturales.
Investigadores argentinos y bolivianos desarrollarán un programa de investigación y conservación binacional (Argentina - Sur de Bolivia) del oso andino. Con ese fin, contó Del Moral a El Tribuno, se firmó recientemente en Chuquisaca (Bolivia) un convenio de cooperación entre Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco (dedicado a la investigación del oso andino y el jaguar en ecosistemas andinos), la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” y Miguel Ángel Sardán, director del Area Protegida de Manejo Integrado El Palmar (una categoría de conservación en áreas protegidas de Bolivia que incluye a comunidades campesinas dentro de las mismas).
“El convenio responde a las necesidades de ejecutar un plan de trabajo mancomunado que mitigue el conflicto de oso andino y puma con la ganadería de las comunidades Yamparas (Quechuas), de El Palmar. Pero también, la propuesta se enmarca en un programa de investigación y conservación binacional del oso andino (Bolivia-Argentina). Una de las especies de osos más amenazadas del mundo”, alertó el investigador.
En los últimos años se reportaron pruebas indirectas de su presencia actual en el país. Existirían ejemplares de osos andinos en territorio salteño, aunque esta hipótesis en su momento resultó controversial.
Científicos analizaron en su momento muestras biológicas, heces y pelos de las cuales se extrajo ADN. Se sumaron evidencias indirectas, como ser las huellas del animal.
Todavía no se han avistado ejemplares en Salta debido, entre otras cosas, a que la densidad de la población es muy baja. Por esa razón se colocaron cámaras en sitios específicos para registrarlos y monitorear su presencia.
La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) ha reconocido la presencia del oso en territorio argentino.
El oso andino habita a lo largo de la Cordillera de los Andes. Sin embargo, poco se sabe sobre su distribución en el extremo sur. La especie fue categorizada como vulnerable por la Unión para la Conservación de la Naturaleza y corre peligro de extinción por una alarmante disminución de su población.
Residentes de Bolivia, según detalla la bibliografía existente sobre la especie, avistaron ejemplares cerca de la frontera con Argentina, lo que fortalece los indicios sobre su presencia en el norte argentino. También revelan signos de actividades del oso andino cerca del Parque Nacional Baritú.
El oso andino es el segundo mamífero más grande de esta parte del continente. Su rasgo más característico es el patrón de color alrededor de sus ojos, que se asemeja a unos anteojos. La Bioenciclopedia brinda sus principales características: es un oso robusto de tamaño mediano.
Los machos superan en tamaño a las hembras y pueden ser el doble de pesados que ellas. La longitud cabeza-cuerpo es de 120 a 200 centímetros. Los machos pesan entre 100 y 200 kg y las hembras de 35 a 82 kg.
Los individuos tienen una cabeza redondeada y hocico más corto que el de otros úrsidos. Las orejas son redondeadas y pequeñas, y posee un cuello corto y grueso. De las 4 patas, las delanteras son más largas que las traseras; esto les permite escalar árboles. El pelaje es de color marrón o negro, y también puede ser rojizo. Como su nombre sugiere, cuenta con marcas de color claro en forma de anillos alrededor de los ojos, que en algunos casos se extienden hasta el cuello y el pecho.