Desde que comenzó la campaña de descacharrado en la ciudad, a principios de febrero, para prevenir la propagación del dengue, se eliminaron más de 700 toneladas de chatarra. "Aspiramos a recolectar muchas más", informó el secretario de Ambiente y Servicios Públicos de la Municipalidad, Aroldo Tonini.

La directora general de Coordinación Epidemiológica del Ministerio de Salud Pública, Griselda Rangeón, pidió a cada familia que elimine de sus hogares todos los elementos en los que el mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus, pueda depositar sus huevos.

Según relató Tonini, las acciones de descacharrado empezaron en febrero en las zonas norte y sur. A principios de marzo, cuando se concluyó parte del sector norte, se extendieron al este. Las próximas semanas se planea sumar las áreas oeste y sudeste.

"Ahora estamos rediagramando para descacharrar en las cinco zonas de la ciudad, con cinco equipos simultáneos", explicó el funcionario.

Los operativos se realizan los jueves y viernes de cada semana en distintos barrios de la ciudad. Los tres días previos -lunes, martes y miércoles-, empleados de la comuna y agentes sanitarios del primer nivel de atención les avisan a los vecinos que el camión recolector pasará por su barrio, para que saquen la chatarra a la calle.

Por la tormenta que hubo el jueves último, la campaña se suspendió y se retomó el día siguiente en las zonas este y sur.

Esta semana, el descacharrado se hará miércoles y jueves, ya que el viernes es feriado. A partir de la semana próxima, se volverá a los días habituales.

Este plan se sostiene a pesar del aislamiento social preventivo y obligatorio ordenado por el Gobierno nacional para evitar la transmisión del COVID-

19, ya que están exceptuados de esta medida los servicios públicos esenciales.

Colaborar desde las casas

Rangeón reveló que, debido a la pandemia, el servicio nacional de control de vectores trabaja con la mitad de sus operarios: "Es población que ha superado los 65 años o tiene factores de riesgo". Según dijo, hay siete bases trabajando en la provincia.

La funcionaria advirtió que las aplicaciones aéreas de insecticida no sirven, si antes no se eliminaron todos los posibles reservorios de huevos de mosquito, ya que este producto solo mata a los adultos: "En menos de 24 horas la cantidad de insectos volando es exponencial".

Por eso, pidió a los salteños que colaboren desde sus casas: "La familias, en estos momentos de aislamiento social, tendrían que poner su granito de arena y mantener las viviendas y los patios ordenados y desmalezados para disminuir la cantidad de focos donde el mosquito puede colocar sus huevos".

Se espera que haya casos hasta julio

Advierten que influye el aumento de las temperaturas.

Según los últimos datos oficiales, hay 511 casos confirmados de dengue en Salta, desde que comenzó la vigilancia, el 1 de octubre de 2019.

El número es menor a la cantidad que había en el mismo período del año pasado, cuando se contaban 740 casos. Sin embargo, la diferencia se achica a medida que pasan los días.

Rangeón mencionó que desde 1995, cuando empezó a haber dengue en la provincia, los últimos casos se daban a fines de mayo, hasta que el año pasado hubo casos en julio: “La temperatura media del planeta está cambiando y tenemos casos, cuando esperamos que no haya, por el frío...”.

La funcionaria dijo que la vigilancia se extenderá más allá del 30 de mayo: “Si las condiciones climáticas son como las actuales, seguiremos reportando casos”.
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