Hoy se cumplen 50 años de la noche de la coronación absoluta como el Rey de América de uno de los mejores equipos de la historia del fútbol argentino, cuando Estudiantes se consagró campeón de la Libertadores por tercer año al hilo, al empatar con Peñarol 0-0 en el Centenario de Montevideo, una semana después de haberse impuesto en La Plata 1 a 0.

Se trató, por cierto, de una de las varias gestas del legendario Estudiantes pergeñado y dirigido por Osvaldo Zubeldía, que entre 1967 y ese 1970 ganó un título nacional y cinco copas internacionales. En 1967, aquel pincha, símbolo de los humildes, había roto la hegemonía de los clubes “grandes” con la conquista del Metropolitano; en 1968 había ganado su primera Copa Libertadores y la Intercontinental (el 16 de octubre, versus Manchester, en Old Trafford) y en 1969 la Interamericana frente al Toluca.

El miércoles 27 de mayo de 1970, en un efervescente Centenario que congregó a 60 mil espectadores, Estudiantes se convirtió en el primer equipo ganador de la Libertadores en tres años consecutivos, así como en 1971 se convertiría en el primero en jugar cuatro finales consecutivas, en este caso con derrota a manos del campeón uruguayo, Nacional.

En ese mismo otoño del 70 los platenses habían eliminado a River (1-0 y 3-1): la ida se jugó en el Monumental y el pincha se quedó con gran parte de la clasificación con un gol convertido por Juan Ramón Verón (el padre del actual presidente del club) y solo restaban los 90 minutos en La Plata para llegar a la tercera final consecutiva.

Finalmente Estudiantes hizo el “trámite” con un 3 a 1. 

La primera final, jugada el 20 de mayo en La Plata, ante 35 mil espectadores, había correspondido a Estudiantes gracias a un agónico tanto del defensor Néstor Togneri con un zurdazo. La revancha, de la que hoy se cumple medio siglo, terminó sin goles al cabo de 90 minutos ardorosos. Allí, Estudiantes se convirtió en el equipo no uruguayo que más vueltas olímpicas dio en el mítico Centenario, un total de tres: amén de la del 27 de mayo de 1970, la del 21 de febrero de 1969 con Toluca y la del 16 de mayo de 1968 con Palmeiras.
 

Estudiantes estuvo muy próximo a sumar la cuarta copa consecutiva al año siguiente, pero cayó en la final ante Nacional tras ganar 1-0 en La Plata con gol de Daniel Romeo (padre de Bernardo), en Montevideo cayó 1-0 y en el tercer juego en Lima perdió 2-0 ante un equipo en donde jugaba el argentino Luis Artime.

Pero la ‘gloria copera‘ volvió a escena en las huestes de Estudiantes en 2009, aquel gran equipo en donde fue figura Juan Sebastián Verón (el hijo de la inolvidable ‘Bruja‘), dirigido por Alejandro Sabella que se consagra campeón, luego de jugar 16 cotejos, al superar a Cruzeiro de Brasil.

La síntesis de esa segunda final y del tercer título como campeón de América del Pincha es la siguiente:
Peñarol: Ariel Pintos, Ricardo Soria (luego Luis Esperanza), Elías Figueroa, Jorge Peralta y Alberto Martínez; Milton Viera, Néstor Goncálves, Alfredo Lamas y Ermindo Onega; Nilo Acuña y Luis Lamberck. DT: Osvaldo Brandao.

Estudiantes: Errea; Rubén Oscar Pagnanini, Hugo Spadaro, Néstor Togneri y José Hugo Medina; Carlos Salvador Bilardo, Carlos Pachamé y Jorge Solari; Marcos Conigliaro (Camilo Aguilar), Juan Miguel Echecopar (Christian Rudzki) y Juan Ramón Verón. DT: Osvaldo Zubeldía.

Estadio: Centenario, de Montevideo.
Árbitro: José Dimas Larrosa (Paraguay).
Espectadores: 60.000.