El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sufrió otro duro revés después de que un masivo e inédito número de ciudadanos se manifestaran hoy frente a su residencia para reclamar su renuncia por las causas de corrupción que afronta.

The protests against Netanyahu continue unabated pic.twitter.com/XESrOt2mb1

— Noga Tarnopolsky (@NTarnopolsky) July 14, 2020

Los manifestantes, algunos de los cuales llevaban días acampando en las inmediaciones de la residencia, forman parte del movimiento llamado Banderas Negras, que desde hace meses protestan casi diariamente contra Netanyahu, quien afronta un proceso judicial en el que se lo acusa de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción.

La protesta de hoy, sin embargo, contó con un apoyo multitudinario e incluyó múltiples grupos y colectivos nuevos, además de gran cantidad de jóvenes no necesariamente afiliados a partidos o movimientos específicos.

La repentina multiplicación en la cantidad de asistentes se debió no solo a la cercanía temporal con la segunda vista del juicio en su contra, prevista para el próximo domingo, sino también a la incautación en los últimos días de muchas de las estructuras y equipos utilizados por los manifestantes y hasta algunas de sus pertenencias personales, desencadenando enfrentamientos con la Policía.

"Estamos hartos", "Basta", "Vete a casa" y "Primer Ministro del crimen", decían algunos de los carteles que portaban los presentes, que cantaron al unísono "Bibi a casa", refiriéndose al mandatario por su apodo.

Según informó la radio del Ejército, citada por la agencia de noticias EFE, durante la movilización también se produjeron incidentes entre los manifestantes y la Policía, que montó un importante operativo de seguridad y bloqueó varias calles del barrio jerosolimitano de Rehavia, donde vive Netanyahu.

“Şu anda” Kudüs'te Başbakan Benjamin Netanyahu'ya karşı binlerce kişi protesto gösterisi düzenliyor.
İsrail karıştı.. pic.twitter.com/W7zDu0JJNH

— Zeyno Mol (@__zeyno_____) July 14, 2020

Esta protesta sucedió pocos días después de otra masiva demostración de rechazo por parte de los israelíes hacia el Gobierno, en la que más de 10.000 personas se congregaron en la plaza Rabin de Tel Aviv para pedir mayor ayuda económica durante la crisis causada por la pandemia de coronavirus.

De acuerdo con encuestas difundidas ayer por medios locales, los índices de aprobación tanto del primer ministro como de su Gobierno cayeron notablemente en las últimas semanas, cuando ha aumentado la preocupación por la crisis económica y el descontento con la gestión de la pandemia por parte del Ejecutivo.