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Entrevista con el consultor político - Director de Consultora WE.
6 DE Septiembre 2020 - 12:57
Benjamín Gebhard es el socio fundador de WE, una consultora dedicada a la investigación de opinión pública y a la comunicación política que se desempeña tanto en la Argentina, como en Bolivia y Paraguay.
Como su director, Gebhard ha logrado el reconocimiento del ámbito local gracias a ser el único encuestador que ha podido proyectar, con un alto nivel de acierto, los resultados de los últimos procesos electorales.
Ahora, a Benjamín Gebhard el reconocimiento le llegó de parte de sus pares, con la oportunidad de participar de la ceremonia más importante de la consultoría política al ser nominado como “Encuestador del año” en los prestigiosos premios “Napolitans Victory Awards”.
Definidos por muchos como los Oscar de la política, son el reconocimiento más prestigioso y codiciado de la industria política, razón por la cual llevan el nombre de quien es considerado el padre de la consultoría política, Joseph Napolitan.
Estos premios se entregan entre aspirantes de más de 30 países e incluye una variedad de categorías que van desde campañas presidenciales hasta el libro político del año, para premiar en la gala final solo al primer lugar.
Cada año se busca proseguir con el galardón reconociendo las mejores campañas, a los innovadores, creativos, líderes, activistas, estrategas, políticos y otros profesionales comprometidos con la excelencia en la labor.
En la edición 2020, la categoría Encuestador o Firma Encuestadora del Año tiene en la terna de los nominados a Benjamín Gebhard, director de We, en representación de Argentina.
Compite con dos importantes firmas mexicanas que se destacan en el mismo rubro: Consultoría en Comunicación Política, de Felipe Flores, Héctor Zuno, Patricio Morelos, Eleazar Ávila y Demotáctica de Marco Orozco.
¿Qué significa para un consultor político estar nominado para recibir un premio Napolitans?
Realizar la postulación junto a cientos de colegas, y ser elegido para integrar la terna es una gran satisfacción, por el reconocimiento a la dedicación, a la seriedad, a la innovación, a la rigurosidad metodológica y, por último, al resultado.
Claro que también me da mucha alegría por el equipo increíble que se esfuerza a mi lado, por la familia que siempre me acompaña.
En tu caso, ¿la nominación llega por un trabajo específico o por un conjunto de encuestas en un lapso de tiempo determinado?
Es por el desempeño durante las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) provinciales del año pasado. El estudio de opinión que elegí para participar fue realizado una semana antes de la votación.
Mucha gente, incluso de la política, cree que las encuestas no son fiables o necesarias. ¿Se los puede convencer de lo contrario?
Las encuestas describen y captan un instante, un momento de una realidad que es dinámica y que se va modificando minuto a minuto. La realidad no es estática.
Usar la encuesta buscando un pronóstico es una desviación del sentido primario de la investigación de la opinión pública, analizar el presente.
A veces fallan, podemos fallar, pero hay márgenes lógicos, por fuera de ellos hay que dar explicaciones.
Hay mucho que cambiar, convencer.
¿Cómo empezaste a trabajar en este campo?
Segundo año de la carrera de Ciencia Política, la cátedra de comunicación de política de Mario Riorda me cambió la cabeza, fue el pilar teórico, un año después comencé como Junior en la consultora Zuban&Cordoba, ahí aprendí el oficio.
Siempre estoy muy agradecido por la generosidad para compartir conocimiento de Gustavo, Paola y también de Emiliano Afara.
Después con uno de los grandes amigos que hice en la facultad, Gonzalo (Ávila Sánchez), armamos We, él en Bolivia y yo acá. Estoy haciendo lo que imaginé.
Durante la primera etapa de la pandemia la política pareció estar en un segundo plano o, al menos, en modo silencio. ¿Cómo ves el impacto de esta situación en los cargos ejecutivos a nivel nacional, provincial y municipal?
Efectivamente, durante un tiempo pasó a un segundo plano, luego según la situación de cada provincia o municipio eso empezó a cambiar.
La pandemia generó un efecto burbuja, la sociedad bajó los decibeles y demandó claramente el consenso de la clase política para que se aboque a la cuestión sanitaria.
Pero esa burbuja explota. No hay nueva normalidad en nuestro escenario político, la polarización entre dos grandes coaliciones políticas está y estará vigente.
Hoy, la división entre quienes quieren continuar con restricciones con el foco puesto en el coronavirus, y los que quieren liberar y atender otras cuestiones como la económica pone en duda a muchos gobernantes, que no saben qué hacer, si apretar o soltar. Ahí la investigación de la opinión pública te sirve para conocer qué piensa la gente, pero no creo que se pueda decidir qué hacer, en medio de una pandemia, mirando encuestas. Más bien tiene que ser una herramienta para saber dónde estás parado, saber a quién le hablás y qué le decís.
¿Crees que se vayan a suspender las elecciones el año que viene?
Creo que no, lo veo muy difícil, salvo un escenario catastrófico, requeriría de un gran consenso político y social. Tal vez, si la situación no mejora, algún cambio de sistema.
Tildadas muchas veces como una encuesta cara, ¿estás a favor o en contra de las PASO?
El argumento económico me parece de una gran pereza intelectual. Es inválido. Los instrumentos de ejercicio de la democracia no pueden evaluarse por costo.
Las PASO llegaron para remediar una situación, revitalizar y dinamizar la vida democrática de los partidos políticos, si no cumplió el objetivo, proponer simplemente eliminarlas te lleva al problema original. Hay que proponer algo que sea superador.
Tengo la impresión de que algunos compraron, erróneamente, el argumento del disgusto de la gente por votar reiteradas veces en un mismo año, cuando pasa todo lo contrario.
Lo que yo haría con las PASO es eliminar el artículo 19 de la ley 7697, que permite las adhesiones, ahí nace la distorsión.
También creo que sería positivo bajar el piso de representatividad del 5 al 3 por ciento, para que haya más pluralidad, como también legislar sobre un umbral mínimo en aquellos partidos o frentes que vayan a internas para que la minoría tenga efectiva representación de postulación.