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Ivo Chaves junto a su padre, en uno de los locales gastronómicos de la familia del futbolista. Foto Facebook
El volante, que se prepara para el regreso oficial de Gimnasia y Tiro en el Regional Amateur en el clásico ante Juventud Antoniana que se jugará en 72 horas, le peleó y le ganó a la pandemia batallando en dos frentes: por un lado, la incertidumbre y la desazón que padeció él, y todos los futbolistas de la categoría, al estar prácticamente un año sin poder jugar ni entrenar; y por el otro, tuvo que afrontar junto a su familia la lucha de tantos emprendedores argentinos que vieron paralizada su actividad comercial
7 DE Enero 2021 - 00:59
El exfutbolista de Talleres de Córdoba hoy está a cargo del manejo de las empresas de su familia, que tiene más de 30 años de historia en Salta en el rubro gastronómico, y le contó a El Tribuno en primera persona cómo afectó en él y su entorno un año atípico y plagado de dificultades, en lo futbolístico y en lo empresarial. Ratificó su amor incondicional por el albo, dijo que no se arrepiente de haber regresado al club y se ilusiona con un ascenso.
Te tocó volver al club, sin saberlo, en el peor año, luego de haber afrontado varias dificultades personales...
Fundamentalmente estos meses fueron difíciles. Arrancamos el Regional jugando bien y ganando, con lo difícil que es armar un buen equipo y que funcione. Mentalmente dimos por terminado el torneo, vivimos muchos meses con la sensación del vacío, de que todo quedó en la nada, y fue muy difícil tener la cabeza a futuro. A nivel personal, decidí a volver a jugar en 2020 por el amor al club, lo decidí con el corazón porque al fútbol ya lo había abandonado. Cuando estaba volviendo a agarrar ritmo de competencia tras dos años de no jugar, se paró todo. Por suerte cerramos el año de una mejor manera, porque quedan días para la competencia y esa es una alegría, la alegría que me genera entrar al club, la adrenalina de la competencia.
¿Es difícil mantener la motivación?
Juego y entreno y hago mi otra actividad porque todavía tengo ganas y energías. En Gimnasia asumí una responsabilidad, me dieron la cinta de capitán, no es algo que me da igual, lo tomo con responsabilidad, sé que hay mucha gente detrás esperanzada que quiere volver a ver a Gimnasia en los primeros planos. Trato de llevar esto con alegría y responsabilidad, las cosas no son ideales por lo que pasó en el año y no es fácil volver a entrenar, por circunstancias de salud que pasé en su momento. Si bien convivo con secuelas de lo que me sucedió en lo físico, psicológicamente lo tengo superado. Estoy tranquilo, no me pongo presión, doy todo lo que puedo y hasta donde puedo, y en eso no me pongo presión. Voy a dar lo máximo para llevar a Gimnasia a lo máximo que se pueda, tenemos expectativas altas con perfil bajo, con humildad y tranquilidad.
¿Aquella cuestión de tu salud, si bien está superada, puede condicionarte a la hora de competir?
Son problemas metabólicos con los que tengo que aprender a convivir, quizás nunca pueda estar o sentirme al ciento por ciento. Pero si me propongo jugar en Gimnasia y asumo el compromiso es porque lo voy a poder hacer, si el día de mañana por equis motivo tengo algún problema seré el primero en decir no puedo. No quiero perjudicar ni usar a Gimnasia, en eso fui bastante claro, el club me entiende y yo lo entiendo al club. Por suerte hoy estoy bien, entreno, lo disfruto y pienso en el día a día, no ando poniéndome metas ni pienso en más allá. Mi enfermedad es algo con lo que aprendí a convivir, lo voy llevando bien.
Habla muy bien de vos la gratitud con Gimnasia y cómo decidiste priorizar al club...
Yo me crié en el club desde chico, en el paredón de tenis, en la escuelita de tenis, de fútbol, jugando bajo las tribunas, en el buffett del club, después en Limache, después llegué a Primera y el club me formó, como persona y como jugador, me dio mucho más de lo que uno puede apreciar, y me une a Gimnasia un vínculo afectivo de por vida. No necesito decirlo, pero Gimnasia para mí y mi familia es todo. Si no sería por Gimnasia, hoy estaría abocado cien por ciento a la actividad empresarial. Entrenar, trabajar, es bastante desgastante, pero lo hago porque es Gimnasia, quizás en otro club no lo haría porque mi otra actividad me quita mucho tiempo. Pero como es Gimnasia, es un motor de vida que me impulsa a poder. Ojalá todos los jugadores valoren así al club. A mí Gimnasia me llevó a triunfar, a que en poco tiempo en un club muy grande pueda ser muy valorado y muy querido, y yo sé que es gracias a Gimnasia. Si bien hay mucho de mérito personal, porque lamentablemente acá en Salta en las inferiores no se les puede dar todo a los chicos para que triunfen, nunca voy a dejar de ver que llegué a donde llegué porque tenía el escudo de Gimnasia y porque me vieron jugando para Gimnasia, si no, no hubiese progresado, a eso lo tengo claro y nunca me voy a olvidar de donde salí. Si el día de mañana dejo de jugar, voy a seguir alentando a Gimnasia desde la tribuna, es un vínculo que no se corta. Yo no siento que tengo que devolver algo para sentirme bien con el club, es parte de mi vida. Y me duele como a los hinchas estar en esta categoría. Los jugadores que estamos ahora no fuimos parte del proceso del descenso, pero nos toca ser responsables ahora de devolverlo al Federal A. Sabemos que tenemos una responsabilidad y no la esquivamos, sabemos que tenemos plantel, que se armó algo interesante. Nos hacemos cargo que somos el club más grande de la categoría y vamos por el ascenso.
Te tocó sufrir también los efectos de la pandemia en tu otro rubro, el gastronómico, el empresarial...
Para nosotros fue un año durísimo en todo sentido, reinó la incertidumbre, la desazón, de sentir que algo que se construyó con tanto esfuerzo, como son las empresas de mi familia, que tienen más de 30 años, se podían llegar a derrumbar, con empleados y familias a cargo y muchas responsabilidades que asumir con un contexto totalmente desfavorable a nivel económico. Con mucho orgullo puedo decir que mi familia siguió de pie, que nunca bajó los brazos, que no buscó el camino más fácil, que era cerrar puertas y despedir gente, elegimos resistir. Muchas empresas tuvieron que cerrar por obligación. Nosotros la luchamos de mil formas para reinventarnos y seguir de pie. Durante la Fase 1 pensamos buscar otras cosas para salir del pozo. Con la nueva apertura tenemos la satisfacción de no haber desistido, porque la situación era realmente muy desfavorable, las caras en mi familia eran muy duras porque el panorama era negro, pero salimos con la cultura del trabajo que mis padres me inculcaron siempre. Después de esto, uno siente que es fuerte, que resiste. Valoro la gente que trabaja, que genera empleo, por eso mi familia me da orgullo, porque es gente que trabaja y colabora para que el país esté mejor.
¿Qué te genera la inminente posibilidad de rebrote y de regreso a Fase 1?
El rebrote es una posibilidad fuerte, lo hablamos en la familia, sabemos que puede pasar y va a pasar, pero no nos agarrará con sorpresa, nos agarrará mejor preparados. Cuando pasó esto, no sabíamos cómo actuar. Hoy, si sucede, será duro, otro bajón anímico, pero vamos a estar más preparados que antes. Nos debemos a nuestros empleados y todos somos una familia en cada empresa familiar. Si pasa, tenemos que doblegar esfuerzos una vez más. Llegamos a fin de año muy cansados mentalmente de tanto pensar, buscar alternativas, reinventarse, probar. Pero es lo que nos toca. Si querés progresar, el único camino es el esfuerzo.
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