El empleo formal privado local sigue hundido en el pozo de la desocupación que la pandemia de la COVID-19 cavó aún más profundo. Mientras que otras provincias ya empezaron a mostrar signos de recuperación, Salta mantiene sus indicadores laborales negativos que la posicionan como uno de los distritos más críticos en el ámbito del trabajo productivo.

El último informe del Ministerio de Trabajo de la Nación da cuenta de que en octubre pasado la provincia perdió 9 mil puestos laborales registrados en relación con el mismo mes de 2019 y quedaron en pie 109.200 trabajadores. En términos porcentuales la caída fue del 7,6%, el segundo peor rendimiento del país detrás de Neuquén, que tuvo una pérdida del 9,8% en sus empleos privados. A Salta le siguieron Jujuy (-6,7%), Mendoza (-6,5%), Ciudad de Buenos Aires(-6,1%), Formosa (-5,7%), San Juan (-5,2%), Tucumán (-4,4%) y Santiago del Estero (-4,2%).

10,9 % fue la tasa de desocupación en la ciudad de Salta y alrededores en el tercer trimestre de 2020.

El panorama es más grave si se sigue la evolución mensual del trabajo privado salteño desde abril de 2020, el punto de inflexión, cuando todo se vino a pique por las restricciones que impuso la enfermedad del coronavirus. A nivel nacional, tras la fuerte contracción registrada en abril, en el momento que regía en casi todo el país el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), en los cuatro meses subsiguientes se verificaron retrocesos en el nivel de empleo, aunque cada vez de menor magnitud. Luego, en septiembre se registró la primera variación positiva, mientras que en octubre el empleo presentó una leve baja.

En Salta se vio una tendencia distinta: durante los seis meses posteriores a la llegada de la COVID-19 el empleo privado está en una curva invariablemente descendente, si se la observa sin estacionalidad (es decir, sin las variables ocupacionales características de cada mes).

46 % de los trabajadores del área metropolitana de Salta está en negro, según el Indec.

En la comparación mensual desestacionalizada de las tablas laborales oficiales se observa a 11 provincias con variaciones positivas en octubre. Los crecimientos más importantes se verificaron en Tierra del Fuego (2,5%), Santiago del Estero (1,4%), Río Negro (0,8%), La Pampa (0,6%), San Juan (0,6%), San Luis (0,5%), Catamarca (0,4%), Santa Fe (0,2%), Neuquén (0,2%) y Formosa (0,2%).

Otro grupo de provincias mostró variaciones negativas. Las mayores caídas se registraron en Entre Ríos (-1,9%), Chubut (-0,6%), Jujuy (-0,5%), Salta (-0,4%), Ciudad de Buenos Aires (-0,4%), Misiones (-0,4%), Santa Cruz (-0,3%) y Tucumán (-0,2%).

Empleo público

Un estudio del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) da cuenta que hacia el primer trimestre del año pasado el gasto mensual por habitante en Salta para pagar el personal público fue de $3.387, mientras que a nivel nacional la erogación llegó a $2.993.

El cálculo se hizo con datos de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales y el Indec en base a la última información disponible sobre la cantidad de empleados públicos en el país, que data de 2017. Para ese año, en la provincia había 52 trabajadores estatales cada mil habitantes y la media nacional era de 51 cada mil personas.

El mismo informe del Ieral, con referencia al primer trimestre de 2020, revela que el 7% de la población salteña pertenece al ámbito laboral público, mientras que el 9% son asalariados privados formales.

Un 14% de los habitantes de esta provincia trabaja en negro, un 11% son cuentapropistas, el 5% está desocupado (en relación a la población total, por eso la diferencia con los datos de desempleo que da el Indec, que se miden entre la población "activa"), un 2% es empleador y el 52% está inactivo en el ámbito laboral.

Los datos a nivel nacional

En términos desestacionalizados, en octubre del año pasado el empleo formal se mantuvo casi sin variación en relación con septiembre (2.700 personas, que representa una variación de 0%), según el último informe del Ministerio de Trabajo de la Nación. De ese modo, en el promedio del país, luego de tres meses de fuerte contracción del trabajo registrado debido a la pandemia, se acumularon cuatro meses consecutivos con variaciones positivas y se mantuvo estable durante octubre.