A los 80 años y en Santa Fe, su provincia natal, falleció ayer el sacerdote José Ramón Ceschi. El religioso dejó una huella por su vocación por la comunicación y por haber tenido un contacto fluido con la gente a través de distintos medios.

Ceschi permanecía en la Casa de las Siervas del Señor, en Rosario, desde 2017. Durante ese año sufrió un primer accidente cerebro vascular y en julio de 2021 padeció un segundo. Desde entonces no había logrado reponerse.

Dedicó parte de su vida a difundir su mensaje religioso a través de la radio, la televisión y medios escritos. En El Tribuno, sus columnas diarias comenzaron a publicarse a principios de 1990 y la última salió en junio de 2017.

Abordaba desde un punto de vista espiritual temas relacionados con la vida cotidiana como familia, solidaridad, amistad o educación. Su objetivo era compartir con los fieles una pausa para la reflexión.

Escribió más de 2.000 artículos para distintos medios gráficos de la región. Grabó micros radiales reproducidos por un centenar de emisoras del país y mensajes televisivos que en Salta podían verse cada noche, al cierre de la transmisión de Canal 11.

El sacerdote nació el 9 de enero de 1941 en La Penca, provincia de Santa Fe. Tuvo 12 hermanos, de los cuales dos mujeres también habían tomado los hábitos religiosos.

A los 23 años se ordenó como sacerdote de la Orden Franciscana, en una ceremonia que tuvo lugar en la ciudad de Rosario y a la que asistieron sus padres y hermanos. 

Realizó parte de sus estudios primarios y secundarios en el colegio de San Lorenzo y a los 16 años hizo el noviciado. En el Convento de San Lorenzo completó sus tres años de Filosofía y cuatro de Teología.

Enseñó dos años Teología en el seminario de San Lorenzo. Estuvo cinco años en Roma para realizar el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Antonium, además de estudiar idiomas en Francia e Inglaterra. Desde allá comenzó a ser corresponsal de diarios rosarinos y revistas.

Una vez en Argentina, estuvo cinco años en Buenos Aires, de los cuales tres años se instaló en una pequeña comunidad de Belgrano. Enseñaba Teología en la Universidad del Salvador y en la Facultad de Medicina.

Luego se trasladó a Rosario, donde dictó clases de Teología en la Facultad de Ingeniería. También pasó nueve años en Corrientes. Desde allí empezó a escribir para los diarios locales. Comunicar se transformó en su pasión e incluso tomó cursos de periodismo en Argentina y Europa con la idea de perfeccionarse y llegar a cada vez más gente.

Su punto de vista generaba el interés de los fieles y su partida generó tristeza en la comunidad que lo seguía con mucha atención. 

La noticia sobre su fallecimiento se publicó ayer en la cuenta de Facebook de la parroquia Francisco Solano de Corrientes y rápidamente se replicó en medios digitales de todo el país.