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Una casa totalmente anegada es el más claro ejemplo del desastre que causó la lluvia en Olacapato.
Las localidades de San Antonio de los Cobres y Olacapato, las más afectadas.
27 DE Diciembre 2021 - 00:18
Que el clima está enrarecido en todo el planeta no es ninguna novedad. Pero que en la Puna llueva una semana seguida y el pronóstico del tiempo alerte sobre posibles nuevas tormentas hasta el martes es un verdadera noticia. Con mucha más razón si los lugareños midieron un índice de humedad del 70%, algo pocas veces vivido por los habitantes de una de las zonas más desérticas, altas y frías del mundo.
Es que la lluvia, suave pero persistente, como describió un lugareño, es de "esas que mojan y penetran", causando daños en pueblos donde la estructura urbana no está para nada preparada para escurrir aguas en cantidad, sino todo lo contrario.
Autoridades municipales de San Antonio de los Cobres informaron que ya el 22 del corriente estuvieron recorriendo parajes alejados y se notaba mucho la humedad, que los principales problemas que causa son el deterioro de los precarios caminos de montaña, lo que hace imposible la llegada de víveres en vehículo comunes y solo permite el paso de camionetas doble tracción o tractores.
Justamente, un tractor de la delegación municipal de Olacapato fue afectado el día de Navidad para proceder a armar vías alternativas de escurrimiento para las aguas que se estancaron en este pequeño paraje puneño, alejado a unos 60 kilómetros al oeste de San Antonio de los Cobres que tuvo su época de esplendor con la explotación de una mina de hierro hasta la década de los 80 y ahora volvió a ver algo de movimiento con el crecimiento y las inversiones de nuevas empresas dedicadas más que nada a la extracción de litio de los salares cercanos.
Por eso, personal capacitado de una de las empresas mineras radicadas en la zona también envió maquinaria para emplazar defensas en Olacapato, de forma que las aguas no arremetan contra las casas, como ocurrió con el recordado aluvión de 2012, en el que perdieron la vida algunos niños de una casa que se derrumbó a media noche.
En esta oportunidad no hubo que lamentar víctimas personales ni grandes daños materiales, salvo los problemas causados por el anegamiento de las rutas y caminos, lo que provoca la incomunicación de los habitantes con el resto de la provincia.
Alarma entre los vecinos
La referente de la comunidad kolla de Olacapato, Juliana Acoria, dijo que los vecinos se llevaron un susto muy grande el día de Navidad, porque no paró de llover con cierta intensidad en toda la jornada.
"Estamos con los vecinos tratando de hacer escurrir el agua de adentro de las casas, desde las 22 del sábado, porque están casi todas anegadas por el barro", dijo Juliana.
Además, se quejó porque la Municipalidad no efectuó las reparaciones de las defensas del río en tiempo y forma y ahora hace falta reconstruirlas urgente para evitar que si sigue lloviendo el agua sigan ingresando en los domicilios.
Además, a pesar de que en el pueblo hay una cierta pendiente norte-sur, las calles no están preparadas para escurrir tanta agua, sencillamente porque en la zona no llueve nunca y menos en la cantidad que se registró durante la última semana.
Acoria dijo por último que necesitan agua mineral urgente, chapas, cemento, perfiles y membranas para cubrir los techos de las casas, normalmente torteados de barro y caña, armazones que lógicamente no resistieron la persistencia del meteoro de agua que lleva una semana ininterrumpida.
La ruta 51, intransitable
Por efecto mismo de las inauditas precipitaciones registradas en la Puna, varios tramos de la ruta nacional 51, que lleva a Chile, resultaron cortados.
Cerca de Olacapato hay varios sectores donde los badenes y pequeños puentes que atraviesan cursos de agua resultaron atascados por el aluvión de barro y provocaron serios destrozos en el trazado.
Lo mismo ocurrió cerca de San Antonio de los Cobres y en otros sectores, donde las crecientes de distintos arroyos arruinaron la ruta que, como se sabe, no está pavimentada en toda su extensión.
Desde Vialidad de la Nación anunciaron que hay equipos trabajando en diversos sectores para devolver la transitabilidad a la importante vía internacional, por lo que recomendaron extremar los cuidados a los conductores que tengan la necesidad de viajar a esas localidad andinas, para evitar accidentes.
De todas formas, en el puesto de Gendarmería existente en San Bernardo de las Zorras se advierte a los viajeros de las vicisitudes a las que se deberán enfrentar en caso de tener la necesidad de subir.
La cabecera del departamento Los Andes sufre las copiosas lluvias.
Una calle de San Antonio de los Cobres, intransitable.
Con estupefacción viven los vecinos de la localidad cabecera del departamento Los Andes la situación desatada por las copiosas lluvias.
En verdad, los memoriosos de San Antonio de los Cobres dicen que desde 2012 no recuerdan semejante cantidad de agua caída, lo que despertó entre los vecinos temores de vivir una situación similar a la acaecida en ese año en Olacapato, que también siente ahora el furor el agua.
En aquella oportunidad, las lluvias y dos intensas granizadas, fenómeno casi desconocido en estas alturas, provocaron serios problemas en las estructuras de muchísimas viviendas, casi todas ellas de adobe y cañizo.
En esta ocasión, las calles demostraron no estar preparadas para escurrir la cantidad inusitada de agua que llovió en la penúltima semana del año.
Por suerte, esta vez, el río San Antonio creció pero se mantuvo dentro de su cauce, lo que llevó tranquilidad a los vecinos asentados a la vera del cauce.
Desde la comuna informaron que tiene al personal de Obras Públicas en alerta para socorrer a los vecinos en caso de que hiciera falta.