Juventud Antoniana, envuelto en un clima de incertidumbre y poco amistoso, retomará los entrenamientos pensando en el reinicio del Regional Amateur donde enfrentará a Unión del Norte, de Burruyacú (Tucumán), en la segunda ronda eliminatoria de los play-offs que se jugará el 9 de enero.
El plantel que comanda Alberto Boggio volverá a los trabajos sin tener la certeza si Víctor Cuéllar continuará como preparador físico, debido a la enorme grieta que se abrió entre el técnico santo y el PF, tras la goleada (6 a 0) frente a Normal Rosarino de Rosario de la Frontera, el miércoles pasado en el Martearena.
Lo que debió ser una gran celebración por abrochar la clasificación a la siguiente instancia con autoridad, terminó con un Beto Boggio muy ofuscado por una nueva baja en el plantel por lesión; Agustín López dejó el campo de juego muy dolorido (desgarrado), responsabilizando directamente a Cuéllar.
Las diferencias entre el técnico de Juventud y sus colaboradores, dejando de lado a Guillermo Burich -su ayudante de campo-, comenzaron cuando Boggio tuvo un cortocircuito con Gabriel Bonari, el psicólogo del plantel, quien finalmente habría sido destituido del cargo.
Otro nombre que también quedaría excluido del cuerpo técnico antoniano es el de Carla Rivella Meyer, la nutricionista.
Ambos colaboradores de Boggio llegaron de la mano de Cuéllar, quien al parecer está más lejos que cerca de continuar a cargo de la preparación física del club de calle Lerma y San Luis. Todo es incertidumbre en Juventud Antoniana porque tanto los dirigentes como el entrenador se llamaron a silencio. 
Lo cierto es que Alberto Boggio arribó anoche a la provincia y debe definir que pasará con su cuerpo técnico.