El Comisario General Miguel Ceballos asumió como jefe de la Policía de Salta tras el desplazamiento de José Ibarra. Con casi 30 años en las fuerzas de Seguridad, inició su camino en la comisaría 9ª en 1994 y tuvo un último paso en Drogas Peligrosas antes de asumir al mando de la jefatura policial.

"Me siento contento, orgulloso y es un gran desafío conducir la fuerza policial. En este caso estamos de visita en la División Seguridad Urbana", resaltó a El Tribuno este martes.

Ceballos sostuvo que "la seguridad tiene debilidades, pero fortalezas que son efectivos policiales, referentes barriales, organizaciones sociales para mejorarla. Es necesario trabajar multiagencialmente".

Al ser consultado sobre los recursos que dispone la Policía salteña, indicó: "Disponemos de recursos logísticos y también de diferentes servicios para la comunidad". 

Respecto a los delitos de alta complejidad, como secuestros extorsivos, dijo que "lo manejan las fiscalías, de todas maneras la policía cuenta con personal capacitado".

Por haber estado en la División Drogas Peligrosas, el comisario sabe que es uno de los principales flagelos de la sociedad. "La droga es generadora de delitos, la policía de Salta trabaja de la mano de fiscalías y es un delito trasnacional. Se puede reducir la droga, pero hay que poner un esfuerzo entre todos".

El cambio en la cúpula de la Policía no solo involucra a Ibarra, sino que también fue reemplazado Adriana Herrera. En la subjefatura de la fuerza asumió  el comisario mayor Pablo Vilte, quien se venía desempeñando como director general de Asuntos Jurídicos.

El ministro de Seguridad y Justicia, Abel Cornejo, consideró que las instituciones se consolidan en base a una posibilidad cierta de alternancia en el ejercicio del poder y aportan, de esa forma, a la solidez institucional y el fortalecimiento de la democracia, que es el sistema de gobierno más acabado para construir sociedades justas.