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El 1 de abril habrá vigilia en la casa Puerto Argentino, de barrio La Loma. El será 2 el acto oficial y para el 4 hay un desafío atlético. Todas las actividades serán libres, abiertas, gratuitas y muy recomendables.
30 DE Marzo 2021 - 14:25
A partir de mañana comienza en Salta una serie de actividades en conmemoración de la gesta de Malvinas. A 39 años de la guerra por la soberanía sobre las Islas del Atlántico Sur, que duró 74 días, dieron su vida 649 soldados argentinos, de los cuales 34 eran salteños; y el 2 de abril se conmemora en todo el país el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Esta fecha fue sancionada por la ley 25370, el 22 de noviembre de 2000 aunque cada año amplían la diversidad de actividades con la premisa que se mantiene intacta: “está prohibido olvidar”.Todos los actos son organizados por las asociaciones de veteranos y excomatientes y son libres, gratuitas y abiertas a la comunidad en general.
Para el 1 de abril está programada la vigilia en la casa Puerto Argentino situada en avenida Juan Domingo Perón 2500, esquina Posta de Yatasto, en el barrio La Loma.
La cita es para las 22 y a la medianoche se inaugurará un mástil de 6 metros y la Bandera Nacional, que fueron donadas por Gustavo Peñalba y Mario Moreno. Habrá Himno Nacional Argentino y se bendecirá las donaciones.
“Queremos dejar abierta la invitación para todos porque la Gesta de Malvinas es de todos”, dijo José Alberto Ortega, quien visitó la Planta Editorial de El Tribuno junto a su hija Paola.
“Para esa noche y madrugada tendremos exposiciones, charlas y grupos musicales folclóricos que se van sumando espontáneamente. Brindaremos chocolate, caldos y mates. La misma comunidad llega con lo que tiene para compartir. Es un momento muy intenso de intimidad y de vivencias”, dijo Ángel Daniel Zambrano, quien también llegó con Ortega.
Para el 2 de abril está programado como siempre el acto en Campo La Cruz y para el 4 de abril se viene la 17 ava edición de maratón de los excombatientes. Las 16 ediciones anteriores se realizaron en barrio Limache y este año se traslada para barrio La Loma. El desafío atlético largará desde la casa Puerto Argentino, irá por avenida Perón, Arenales, Sarmiento, el HPMI, Entre Ríos y de vuelta a La Loma.
“Son 7.500 metros y esperamos que la comunidad toda venga a disfrutar del paseo. Hay 3 categorías con importantes premios, pero la idea es que el que quiera venir en bicicleta o lo que se sea que venga y comparta el momento”, dijo Ortega.
Para la competencia hay que traer el certificado médico de apto físico.
“Todas las actividades y encuentros que estamos organizando son libres, abiertas y gratuitas. Pueden venir escolares, docentes, padres, madres, hijos, vecinos, amigos; es abierta a todos. La idea final de esto es crear la patrulla de combatientes por Malvinas. Estamos buscando a la gente que quiera continuar con nuestra causa. Hay hijos, familiares, amigos, soldados jóvenes, pero le tenemos que volver a recordar a la comunidad que la Gesta de Malvina es de todos y que está prohibido olvidar. Es por eso que abrimos más las propuestas porque queremos combatientes de todos lados. Y es por eso que decimos: por Malvinas, porque es de todos los argentinos”, dijo Ortega.
Desembarco
La “Operación Azul”, así denominada por la Armada, paso a llamarse “Operación Rosario” a instancias de integrantes del Ejército, quienes recordaron que en las Invasiones Inglesas criollos y españoles se pusieron bajo la advocación de la Virgen del Rosario para enfrentar a las tropas invasoras.
En la mañana del 28 de marzo de 1982, tropas del Ejército Argentino y de la Armada embarcaron y pusieron rumbo a las islas a órdenes del Comandante de la Operación, General Osvaldo García, su objetivo era nada menos que desembarcar y recuperar las Islas Malvinas, que se hallaban en manos de la corona Británica desde 1833, es decir casi un siglo y medio de usurpación.
Elementos del Comando de la Brigada de Infantería IX y de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25 formaron parte de aquella Fuerza de Tarea, embarcados en el destructor ARA “Santísima Trinidad” y el Rompehielos “Almirante Irizar”. En el Transporte “Cabo San Antonio” se trasladaba a la sección transporte del Regimiento 25 y la sección de tropas especiales, que a cargo del jefe de regimiento participaron con el escalón anfibio en la conquista de la localidad.
El 29 de marzo, ante las inclemencias del tiempo y la agitación el mar que impedía las reuniones de comandantes y jefes, se imparten por radio las ideas rectoras para la operación. En estas instrucciones se establecía la intención de realizar una operación incruenta, es decir que se trataría de evitar causarle bajas al enemigo Británico, aún a costa de sufrir bajas propias.
El 30 de marzo debido las malas condiciones meteorológicas que imperaban en el Atlántico sur, con vientos de más de 70 km/h por aquella fecha, obligaron a posponer la ejecución de la operación, fijando el 2 de abril como día D, fecha en la cual finalmente se llevó a cabo el desembarco y ocupación de las Islas por parte de las fuerzas argentinas.
En la noche del 1 de abril cerca las 21, inicia el desembarco la agrupación comandos anfibios desde el destructor ARA “Santísima Trinidad” alcanzando la costa a las 23,45. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe aportó otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el faro del Cabo San Felipe.
A las 6,15, del 2 de abril, desembarcan los vehículos anfibios blindados con el Grupo de Tarea 40.1, integrado por fuerzas de Infantería de Marina y de la sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25.
A las 12,30 del día 2 de abril de 1982, en una emotiva ceremonia se produce con las formalidades de rigor, el arrío de la bandera británica y el izamiento, por primera vez después de 149 años, de la enseña nacional.
El tenso momento previo al desembarco
El 31 de marzo, a las 22, pero del año 1982, todos los soldados a bordo del buque Santísima Trinidad fueron convocados al comedor de la nave para un recibir un comunicado que cambiaría sus vidas para siempre.
En esa nave iba el salteño José Alberto Ortega, que por ese momento tenía 22 años.
“Nosotros no teníamos idea a dónde estábamos. Habíamos salido el 28 de marzo de Puerto Belgrano y nada más sabíamos. Entonces nos convocaron al comerdor y ahí escuché la histórica arenga del contraalmirante Carlos Álberto César Büsser. A partir de ese momento sabíamos que todo había cambiado, que estábamos comenzando a escribir la historia y eso fue algo que nos conmovió. Escuchar esas palabras de Büsser fueron un impacto terrible. A todos esos momentos los llevaré conmigo hasta el día que muera”, dijo Ortega.
“Nuestra misión es la de desembarcar en las Islas Malvinas y desalojar a las fuerzas militares y a las autoridades británicas que se encuentran en ellas. Esto es lo que vamos a hacer. El destino ha querido que seamos nosotros los encargados de reparar estos casi 150 años de usurpación”, les dijo Büsser.
“No podíamos creer lo que estábamos escuchando. Demoramos como 20 horas en entrar en acción. Nos dijeron que descansemos y nos dieron las chapas de identificación limpias. Entonces agarramos los cuchillos y comenzamos cada uno a poner nuestro nombre, el grupo sanguíneo y el rango. Esos momentos fueron de silencio, reflexión y recuerdos de la familia”, recordó el salteño.
“No dudo que el coraje, el honor y la capacitación de todos ustedes nos darán la victoria. Durante mucho tiempo hemos venido adiestrando nuestros músculos y preparando nuestras mentes y nuestros corazones para el momento supremo de enfrentar al enemigo. Ese momento ha llegado. Mañana mostraremos al mundo una fuerza argentina valerosa en la guerra y generosa en la victoria. Que Dios los proteja.
Ahora digan conmigo: ¡Viva la Patria!”, concluyó en la arenga que hasta hoy se sigue escuchando cuando se recuerda la operación que finalizó con la recuperación de las Islas sin producir una sola baja al enemigo y donde inició su paso a la inmortalidad el Capitán de Corbeta IM Pedro Giacchino.