Luego de un período por 5 años como presidente de la Liga de Fútbol del Valle de Lerma, a donde llegó en mayo de 2016, ahora Javier Muruaga fijó la firme postura de conducir los destinos de la Federación Salteña de Fútbol. 
El directivo consideró como un ciclo que llegó a su fin al frente de la entidad vallista y con respecto a sus nuevas aspiraciones ante el llamado a asamblea de la Federación, para renovación de autoridades, que se llevará a cabo el próximo sábado, desde las 11, en Cerrillos, dejó en claro varios proyectos que piensa concretarlos en un corto plazo.
Pero mencionó un paso previo para decidir su postulación como la máxima autoridad de la Federación. “Y todo se dio por el hecho de que en los dos últimos años tuve que llevar adelante la secretaria de la Federación, porque en su momento, el delegado que debía cumplir dichas funciones no ejerció ese cargo. Estuve al frente en la organización de los diferentes campeonatos. Haciendome responsable de una entidad para que siga funcionando con total normalidad. Por eso lo analice en el sentido de que ya era el momento para que la conduzca”, manifestó Javier Muruaga, apuntando de que llegó la hora de desplazar de la presidencia a José Alzogaray, con mandato cumplido.
Muruaga citó como “primordial reactivar el tema del bingo para respaldar el sistema financiero de las Ligas y por lo consiguiente a los clubes de los diferentes puntos de la provincia de Salta. Además, hay que fortalecer la disputa del torneo de la Copa Salta y que para la Federación Salteña le otorga una plaza al torneo Regional Federal Amateur. Varias gestiones en el orden gubernamental. Queda muchas cosas por hacer. Lo que demandará, entonces, poner manos a las obras”.
El grupo que se está armando para acompañar a Javier Muruaga en una posible gestión como presidente de la Federación, figura como vicepresidente, Osvaldo Romano (delegado provincial en el Consejo Federal); de secretario, Maximiliano Bravo (Liga Calchaquí) y en el puesto de tesorero, Víctor Céspedes (Liga del Bermejo).