Tras el escándalo de Boca en Brasil al quedar eliminado con polémica de la Copa Libertadores ante el Atlético Mineiro, y luego de que el plantel xeneize fuera obligado a aislarse siete días por haber roto la burbuja, se desató la guerra entre el club de La Ribera y la Liga Profesional de Fútbol.

Este organismo consideró “inviable e improcedente” el pedido de Boca para postergar los partidos ante Banfield y San Lorenzo, a jugarse mañana y el martes próximo, debido al aislamiento que cumple gran parte de su plantel.

El club xeneize pidió a la LPF aplazar esos compromisos amparado en el artículo 29.2 del Reglamento de la LPG, que señala: “Los clubes no podrán solicitar la suspensión de partidos por cuestiones vinculadas a la pandemia (COVID-19), salvo que las autoridades gubernamentales impidan la realización del mismo”.

Sin embargo, para las autoridades de la LPF, el criterio no aplica, dado que el Gobierno “no resolvió que no se juegue el partido, sino que no lo hagan los jugadores aislados, pero sí otros que forman parte de la lista de buena fe”.

Pero la “guerra” entre la Liga Profesional y Boca terminó de desatarse horas más tarde, cuando el presidente de la LPF Marcelo Tinelli trató de “mentiroso” al titular de Boca, Jorge Amor Ameal, quien había asegurado que el mismo Tinelli “se comprometió a suspender” el partido de mañana con Banfield en el Florencio Sola.

Entonces, el conductor televisivo se despachó en un comunicado: “Jamás le dije a Ameal que el partido de Boca con Banfield estaba suspendido, eso es ajeno a la realidad y no transmite el espíritu de nuestra Liga, de decidir todo en mesa directiva y de acuerdo a reglamento. Además, él dijo que desde la Liga jamás se habían comunicado con él después de la eliminación de Boca, cosa que no es verdad”.

Hoy se tomará la decisión final entre los clubes de la Liga tras la reunión de Mesa Directiva en carácter de urgente convocada por el mismo Tinelli.