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El Arzobispo de Salta brindó su Homilía en el marco del Pacto de Fidelidad con los Patronos de Salta.
15 DE Septiembre 2021 - 18:00
Miles de fieles renovaron ayer el Pacto de Fidelidad con los santos patronos tutelares de Salta. En la oportunidad, el arzobispo monseñor Mario Antonio Cargnello brindó una homilía en la que cuestionó sin tapujos el aborto y la flamante ley que lo avala en el país. En base a un trágico suceso en el norte de la provincia, clamó a las autoridades que se permitan volver a debatir o reglamentar la ley para evitar hechos como el ocurrido recientemente.
Al inicio de su mensaje, Cargnello sostuvo: “Señor del Milagro, ¡qué lindo es poder estar delante de tu imagen bendita y descubrir en ti, de la mano de nuestra Señora del Milagro, la luz que alumbra las tinieblas de nuestra vida y de nuestra historia!”
El arzobispo habló de las tinieblas del tiempo actual, entre las que destacó al aborto: “Tú eres la luz del mundo, te damos gracias. Que tu santo espíritu nos ilumine para poder discernir con claridad cuáles son las tinieblas de nuestra vida y de la historia de nuestro pueblo abriéndonos a la luz de tu persona y de tu mensaje”.
“Reconocemos una situación de crisis que marca nuestro tiempo y que se ha visto agravada por la pandemia. La crisis económica provoca un aumento de los pobres y de los excluidos. La crisis social alimenta la grieta entre grupos que se enfrentan por ideologías. La crisis educativa golpea a generaciones de niños y jóvenes que quedan relegados. La crisis de la familia marca a muchísimos niños que no alcanzan el oxígeno del amor pleno. Son tantas las situaciones dolorosas Señor que claman a las puertas de la humanidad, interpelándonos a nosotros como los griegos a Felipe: ‘Queremos ver a Jesús’”.
En otro tramo de su homilía, el arzobispo manifestó “me atrevo a clamar a quienes tienen la autoridad para hacerlo, que se advierta la consecuencia de la evidentemente injusta ley del aborto, y que se animen a reabrir la posibilidad de debatirla sin tomar partido por ideologías. O, al menos, a que se reglamente la misma para evitar los excesos que terminan dejando a un bebé sin vida, como nos ha hecho conocer la triste noticia que nos colocó en la escena nacional”.
Por otra parte, Cargnello lamentó el debilitamiento de “la institución de la familia” y los casos de abusos infantil en distintos ámbitos, incluso los cristianos, situación por la que pidió perdón a los niños. “Son muchas las notas de nuestra época que afectan a la vida de familia: el descenso demográfico, el debilitamiento de la fe y de la práctica religiosa, una mentalidad antinatalista promovida por las políticas mundiales de salud reproductiva y por la falta de coherencia de legisladores que se profesan cristianos. Por la falta de una vivienda digna. Permítanme destacar, con el Papa (Francisco), la gran cantidad de niños que nacen fuera del matrimonio, que crecen sin la contención de papá y mamá”.
“Qué decir de los niños explotados sexualmente o que, incluso, en los lugares donde tendrían que ser contenidos, sufren la humillante experiencia del abuso sexual, sea en la familia, sea en las escuelas, sea en comunidades o instituciones cristianas. Perdón a los niños por ello. Perdón. Perdón”, imploró.
Agregó: “Frente a ello el Papa pide a las familias ser familias según el proyecto de Dios. Vivir intensamente el don de ser familia es una proclamación elocuente del amor y de la vida. El amor vivido en las familias es una fuerza constante para la vida de la Iglesia. Vivir el amor, la belleza del amor, de la alegría que nace y el cuidado amoroso de cada uno de sus miembros. De los cónyuges, de los hijos, de los padres, de los abuelos... es un regalo para la Iglesia y para el mundo”.
“Necesitamos el testimonio del amor familiar. Lo expresaron los jóvenes que se reunieron en la jornada del Milagro Juvenil, lo vemos en el rostro de los niños felices cuando se ven acompañados por sus padres en las calles de nuestras ciudades y pueblos”, señaló.
Cargnello aseguró que “el Papa invita a las familias a proclamar el Evangelio, la buena noticia del amor. Dice: ‘En la vida familiar hace falta cultivar esa fuerza del amor que permite luchar contra el mal que la amenaza. El amor no se deja dominar por el rencor, el desprecio hacia las personas, el deseo de lastimar o de cobrarse algo. Y el ideal cristiano y de modo particular en la familia es amor a pesar de todo’”.
Para Cargnello, la “coherencia que vale para todo cristiano tiene una importancia particular para quienes, por la posición social o política que ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales como el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas.
Estas cuatro cuestiones son valores, decía el papa emérito Benedicto XVI, que no son negociables”.
Finalmente, sostuvo: “Que la renovación del Pacto de Fidelidad sea una oportunidad para decirle al Señor: recibe a los hermanos que se fueron a causa de la COVID. A los salteños, a los argentinos, a todos los hombres y mujeres del mundo. Fortalece a las familias que quedaron marcadas por el dolor, por la pobreza”. “Y líbranos de esta pandemia. Amén”.