Llegó a Salta en 2014 para reforzar al debutante Salta Basket en el Torneo Federal de básquet y fue "amor a primera vista". Se trata de Eric Freeman, el jugador estadounidense que revolucionó el deporte salteño con sus 2,06 metros y dueño de una manera particular de vivir su vida en la ciudad, a la que según él "lleva muy dentro de su corazón".

Pero este jugador estadounidense nació a miles de kilómetros de su patria. Eric llegó a este mundo en Alemania, el 18 de septiembre de 1979, porque su papá también llamado Eric, un militar de los Estados Unidos, se encontraba en ese país europeo cumpliendo diferentes labores. No permaneció mucho en Alemania, ya que aún siendo bebe su papá y su mamá Loren (enfermera) regresaron a Norteamérica.

Hijo único de aquel matrimonio, su amor por el básquet empezó a temprana edad, viviendo la mejor época de los Chicago Bulls de Michael Jordan.

Estuvo en muchísimos países de Europa y América pero su lugar en el mundo se dio en Argentina, más precisamente en Salta, donde justamente fue noticia nacional por anotarse y hacer fila para ser beneficiario del IFE, que finalmente fue aprobado ya que tiene nacionalidad argentina.

"Estaba pasando un momento complicado deportivo por mi lesión en el tendón de Aquiles, no tenía ingresos, decidí anotarme y por suerte pude acceder al beneficio", sostuvo en un castellano intermedio, pero que no genera confusión.

"La gente me miraba en la fila, pero siempre con buena onda, nunca me dijeron algo malo. Se que llamo la atención, no es normal ver a una persona de color de 2,06 en una fila, algunos me pedían hasta fotos, nunca me sentí discriminado, sé que la gente mira igual todo el tiempo", remarcó el estadounidense.

Su historia en Salta arrancó en 2014 de la mano de Luis Lenti (expresidente de Salta Basket), quien lo contrató para que integre el plantel que dirigía en ese momento Ricardo De Cecco.

"No sabía nada de Salta, encontré un lindo plantel, jugamos el Federal llegando a instancias finales. Después pude jugar el TNA también con Salta Basket", recordó Freeman.

Ante la consulta sobre su decisión de quedarse en Salta, el actual jugador de El Tribuno Básquet respondió: "Me gustó mucho la ciudad, su gente, acá todo es cerca, es muy tranquila y tiene mucho turismo. Llegué en 2014 pero anteriormente ya había jugado en equipos de Argentina como Gimnasia de Comodoro Rivadavia, viene a Salta, después me fui a San Justo, Santa Fe, Cipolletti de Río Negro, Talleres de Tafí Viejo, Morteros, de Córdoba, pero cada vez que fui a jugar a otras provincias volvía a Salta, me encanta. Mi lugar en el mundo es Salta, mi corazón ya es parte de Salta".

Se puede decir que Freeman es un "Globetrotters" (trotamundos), ya que gracias al básquet conoció muchos países. "En Europa había muy buen básquet pero el idioma me complicaba mucho, acá me hago entender bastante (risas). Estuve en Hungría, Rumania, Francia, en América: Honduras, Chile, Bolivia, Venezuela y Uruguay, pero ningún lugar fue mejor que Argentina, acá me hice hasta el documento", señaló el pìvot estadounidense.

"Antes de venir nuevamente a Salta hable con Román (Caxal, presidente verdolaga) para que me permita jugar. Me dio el visto bueno y la verdad es que estoy muy agradecidos con El Tribuno. Volví a jugar después de mi lesión y además estoy como ayudante técnico con los chicos del mini, U-17 y U-19", explicó Freman.

En su momento, el pivot extranjero recibió todo tipo de ayuda, incluso del restaurante Adelita, que se hacía cargo de su comida.

"Alberto (dueño del local) es buena persona, la comida de su restaurante es muy rica, pero además de eso me gusta ir a charlar con ellos. Ellos son sponsors de El Tribuno BB y la verdad que estoy muy agradecido con ellos", sostuvo el jugador.

En cuanto a su vida sentimental Freeman contó: "Estoy de novio con Viviana, ella fue muy buena conmigo, muy compañera, tiene un hijo, me llevo muy bien con él y con su gran familia. Ahora estoy viviendo con ella, me acostumbré a Salta, sé hacer asado, me gustan las empanadas de jamón y queso, sobre todo si son de Adelita".

Por último, en cuanto a su futuro, Freeman habló de sus planes. "Extraño a mi familia, creo que tengo dos años más como jugador de básquet y tengo ganas de volver a mi país. Mi familia me pregunta cuando volveré pero por ahora vivo el momento, lo disfruto, pero si me voy volvería a Salta a visitar a la gente buena que conocí acá. Me gusta ser una persona libre, no soy antipático, me gusta hablar con la gente", señaló.

"Soy una buena persona, de buen corazón, de buena alma, me gusta la vida, aprender cosas nuevas y disfrutar del básquet", cerró el gigante Freeman.