“Si no nos empoderamos todos, el futuro será feo y caro”, esa fue la conclusión de Marcelo Álvarez, uno de los especialista que tuvo el ciclo de El Tribuno “Hablemos de lo que viene”. En esta oportunidad, el tema fue “Energías renovables: el camino de la transición. Justamente, en su alocución en el Centro de Convenciones de Limache, el integrante de la comisión directiva de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader) y coordinador de la comisión de generación solar fotovoltaica, hizo hincapié en que este proceso debe ser abarcativo y no debe dilatarse. Se refirió a la transición de la mayor generación de energías renovables que las basadas en recursos fósiles. 

El expresidente de la Cader disertó sobre “Energía solar fotovoltaica: el mercado internacional y el argentino. barreras y oportunidades 4D‘. Y al referirse a las “4 D”, agregó una más para reforzar la idea de que el cambio debe involucrar a todos. 

“Las políticas de las 4D son las descarbonización, la digitalización, la diversificación y la descentralización. Yo agregó una más que es democratización, que empodera al usuario para ser un actor de este proceso. 

El contexto

El especialista comenzó analizando que en el mundo hay 750 millones de usuarios sin servicio de energía. Remarcó que no acceden por problemas de gestión. En cuanto a la situación energética, dijo que países de América Latina tienen mayores subsidios a los combustibles fósiles y que mientras más demoran la transición, más caro deberán pagarla. 

Álvarez señaló que el 85% de los recursos mundiales está en un pequeño grupo, y que esa concentración de riqueza será cada vez mayor. “La población urbana desde hace varios años superó a la rural y para 2050 se espera que sea aún más alta y, por ende, lo será el consumo de energía”, proyectó. “Hay gente que no tiene acceso a la energía porque no tiene infraestructura a causa de la falta de gestión”, aseguró.

Por otra parte, el expresidente de Cader destacó que es mucho mayor el subsidio a los combustibles fósiles en Latinoamérica respecto del resto del mundo, y especialmente en Argentina. Y que los marcos regulatorios sobre las energías son mucho más pesados que para otros sectores, como el transporte, por ejemplo.

Actualmente las inversiones a nivel global en energía renovable pasaron del 75 al 90%. Sin embargo, durante la pandemia hubo una fuerte intervención de subsidios en el mercado fósil. 

En cuanto a renovables, recordó que Alemania y China fueron los que encausaron el mercado en los últimos 20 años. 

“Aquí hay condiciones para aprovechar las ventajas que ofrece la energía renovable, por ejemplo si pongo el mismo equipo (de energía solar) en el norte de Alemania que en un pueblo de Salta, aquí se genera más energía”, detalló.

Muchos a primera vista creen que la energía renovable es más cara por la inversión inicial, pero hay que hacer bien las cuentas, señaló Álvarez.

El ingeniero recordó que en la Argentina el 23% de las emisiones son de origen energético. Y este es un punto que merece ser analizado con detenimiento, ya que el eliminar esta situación es mucho más caro en cuanto a recursos humanos e infraestructura. Por el contrario, si se previenen estos procesos se ahorran muchísimos recursos. En síntesis, dijo: “Siempre es mucho más caro lidiar con la leche derramada. Somos muy pocos los humanos que tomamos acciones preventivas”.

Sobre esta situación se lamentó de que todavía se siga negociando quién paga los costos, en momentos en que la nave está por chocar en materia energética y de emisiones.

En el país existe todo un proceso para avanzar en la generación de energía renovables hacia 2026. Todas estas acciones se iniciaron en las rondas Renovar, que también se desarrollaron en Salta. “Los proyectos eólicos se centraron en la Patagonia y La Pampa húmeda, por sus condiciones”, contó.

Pero, a su vez, indicó que los planes para el desarrollo renovable tienen que alcanzar todo el país y ser federal. 

“Van a escuchar que viene superando los récords de renovable en Argentina, porque el 26 de septiembre del año pasado fue del 28,74%, pero lo fue por condiciones excepcionales de viento y de consumo. En términos anuales no pasó del 13%, cuando las metas a 2021 indicaban que debía alcanzar el 16%. Es decir, todavía no llegamos a esos niveles. La buena noticia es que al inicio de la ley era de tan solo el 2%”, precisó.

Otro punto que Álvarez puso sobre la mesa fue que las renovables generan más cantidad de empleo que los demás modelos, tanto en las áreas técnicas como científicas y administrativas. 

“Las generadoras de energía eléctrica ven como una amenaza al modelo de negocio, como los taxistas ven a uber. Sin embargo, su rol es fundamental. Son parte del modelo global de energía”, afirmó.

Por otra parte, el especialista contó que el problema pasa cuando se habla del valor Kv/h y no se toman en cuenta todos estos aspectos anteriormente señados. “Es decir, no se pueden comparar peras con melones. Si se hacen bien las cuentas en cuanto a generación de empleo, emisiones, entre otros aspectos, termina siendo más barato. A todos estos factores hay que asignarles un valor”, aseveró.

Chile y Brasil, puntualizó, crecieron enormemente respecto de Argentina en materia de energía renovable. A nivel local, dijo que en nuestro país el 60% se concentra en Córdoba, porque existen tasas de interés atractivas y hay menos tarifas subsidiadas a la energía eléctrica. 

En cuanto al sector que vislumbra que más va a crecer, es el sector agrícola, pero que en este sentido tendrá que haber distintas arquitecturas para los distintos cultivos. Y, por sobre todo, facilitarle al productor que acceda a esta tecnología mediante financiamiento, que note las ventajas de que se trata de una provisión de energía más barata.

El perfil del expositor

Fue tres veces presidente electo de la Cámara Argentina de Energías Renovables. En la actualidad coordina la comisión de generación solar fotovoltaica.

Por otra parte, es Secretario y cofundador de los consejos de Dirección IRESUD (Consorcio Público privado que impulsa el uso solar en áreas urbanas en Argentina) y del Global Solar Council. Desarrolló investigaciones en la Universidad Nacional de Buenos Aires y Oxford Brookes University.

Ha trabajado en el sector de la energía solar por más de 38 años. Se ha desempeñado en las áreas académica, política y profesional.