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Una de las víctimas relató que el productor de moda le rompió la remera junto con el corpiño, la manoseo por todas partes, pasó su miembro por su cara hasta que consumó el calvario: la abusó carnalmente en más de una oportunidad.
13 DE Julio 2022 - 19:31
Durante las tres primeras jornadas de la audiencia de debate que se sigue contra el productor de moda, Pablo Marcelo Rangeón, declararon en calidad de testigos, las seis mujeres que lo denunciaron por diversos hechos de abuso sexual. El acusado prestó también declaración y sostuvo su inocencia.
El fiscal penal 4 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Pablo Rivero, representa al Ministerio Público Fiscal ante la Sala V del Tribunal de Juicio del distrito Centro, en la audiencia de debate contra Pablo Marcelo Rangeón por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado en perjuicio de S. Y. G.; abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de C. F. R.; abuso sexual con acceso carnal y estafa en perjuicio de J. P. R. P.; abuso sexual simple en perjuicio de M. L. B.; abuso sexual simple continuado en perjuicio de M. P. G. E.; y abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de C. A., todo ello en concurso real.
Cumplidas las tres primeras jornadas de la audiencia de debate, prestaron declaración ante el Tribunal integrado por los jueces Gabriela Romero Nayar, Mónica Faber y Pablo Farah, las seis mujeres que denunciaron al acusado por hechos de abuso sexual, ratificando sus dichos.
Luego de cada testimonio, el acusado solicitó declarar, dando su versión de lo sucedido y sosteniendo su inocencia.
La ronda de testimoniales continuará con la declaración de profesionales del CIF y del Poder Judicial que tomaron intervención en la investigación y otros testigos de las partes.
Según lo previsto, la audiencia finalizará el próximo 22 de julio.
Entre los diversos relatos que se escucharon, el de una de las víctimas, P.Y.P., fue desgarrador: como a otras tantas compañeras, cuatro de ellas denunciantes en la causa, lo que a P.Y.P. le llamó la atención y le resultó sumamente incómodo fue sentir el manoseo de Pablo Rangeón a la hora de enseñarles cómo pararse o posicionarse. "Con un palo en la espalda nos ponía firmes, nos hacía sacar pecho y ponía su mano debajo de nuestros pechos, a una compañera y a mí nos tocaba y eso me hizo poner muy incómoda".
En otra parte de su relato contó: "Estaba mal, necesitaba conseguir un alquiler y eso me tenía preocupada", expresó. Debía dejar una pieza que alquilaba en el macrocentro salteño y durante esa jornada el dueño de la escuela se percató de la preocupación de la joven y le ofreció alquilarle un departamento monoambiente que tiene en el barrio El Huaico.
"Me dijo que me quedara tranquila que tenía un alquiler en El Huaico que me lo dejaba a 60.000 pesos por un año. La verdad que me pareció bien y acepté", contó la víctima. Hasta ese momento todo parecía normal, un sábado después de una de las clases en la escuela, a las 19, él se ofreció a llevar a las alumnas a sus domicilios y a P.Y.P. hasta El Huaico, escenario donde la joven describió el horror.
Especialmente acondicionado para recibir gente, con luces psicodélicas, barra bolichera y algún otro objeto más, en el diminuto monoambiente de Rangeón en la zona norte de esta ciudad el empresario llevaba a sus alumnas y modelos. Esa tarde noche la hizo sentir "cómoda", le ofreció tomar bebida alcohólica que la mujer dijo que no quería pero sin embargo terminó aceptando tras las insistencias del empresario.
En un momento de su relato se quebró. Los casi 30 segundos de silencio en el Salón de Grandes Juicios exteriorizaron el sentido llanto de la joven, sola en una silla frente a los magistrados. Lo que sigue en su relato es el violento y espeluznante ultraje que la víctima dijo sufrir. Le rompió la remera junto con el corpiño, la manoseo por todas partes, pasó su miembro por su cara hasta que consumó el calvario: la abusó carnalmente en más de una oportunidad.