El 8 de julio de 2011 María Cash tenía 29 años cuando la vieron por última vez en la ruta 9-34, en Salta. Las imágenes de las cámaras de seguridad que surgieron en esos días y que la mostraban desorientada o perdida se convirtieron en una de las pistas más importantes en la investigación sobre su desaparición, que sigue abierta y nunca llegó a una conclusión cierta sobre lo que pudo pasarle.

La diseñadora de ropa había salido el 4 de julio en colectivo desde la terminal de Retiro, en Buenos Aires, y con destino a Jujuy. Pero no llegó a la casa del amigo con el que planeaba encontrarse en esa provincia. Distintos testimonios permitieron reconstruir que se bajó del ómnibus antes de que terminara el recorrido. Luego les comunicó a sus familiares que se había quedado sin plata. 

Once años después, su hermano Máximo se reunió con el fiscal federal a cargo del caso, Eduardo Villalba. Luego de ese encuentro, que se realizó ayer en Salta, adelantó a El Tribuno que habrá un cambio importante en la metodología que se venía aplicando para seguir los rastros de su hermana menor, aunque se cuidó de no dar detalles que puedan revelar el rumbo que tomará dede ahora la causa.

El expediente tiene más de 100 cuerpos en los que abundan las actuaciones que se originaron en información falsa sobre el paradero de la joven y terminaron en teorías descartadas.

En las últimas horas se supo que la Justicia federal comenzará a avanzar en conjunto con el Ministerio Público Fiscal de la provincia.

El mismo mes en que desapareció María, Salta se conmocionó por el crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni en la Quebrada de San Lorenzo. En abril de 2014, su padre Federico Cash murió en una accidente de tránsito en La Pampa, en uno de los tantos viajes que emprendió para averiguar dónde podía estar su hija, repartir sus fotos o contactarse con alguien que dijera haberla visto.

En 2016 se creó en el país el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas. En octubre de 2017, el Ministerio de Seguridad de la Nación estableció una recompensa de un millón de pesos para quien aportara datos concretos sobre su paradero. Casi cinco años después, aún sin resultados, se analiza actualizar el monto por la devaluación de la moneda.

En 2019 se formó en Salta una comisión para trabajar en el caso que debían integrar el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), Gendarmería y la Policía Aeroportuaria, pero según la familia nunca llegó a funcionar. 

Cientos de datos inciertos o malintencionados que llegaron a la Justicia, una reconstrucción de cómo sería su rostro una década después de la última vez que la vieron y una acumulación de intentos fallidos de responder a la pregunta sobre lo que pasó con María marcaron en estos años la vida de los Cash. “Hay infinidad de cosas que se pueden llegar a pensar”, lamentó Máximo ayer, en su paso por Salta.

A 11 años de la desaparición de María Cash, ¿hay nuevos datos sobre lo que pudo haberle pasado?
 
Estuvimos reunidos con el fiscal y su secretaria, que están pendientes de la causa. Cosas hay siempre. Siempre aparecen datos falsos, que igual se investigan. Pero no hay ningún hilo conductor a algo concreto. De todas formas, se está organizando un nuevo grupo que va a estar trabajando para tratar de encontrar justamente esa punta del ovillo. Esa sería la novedad.

¿Entre las fuerzas de seguridad?

No y si... No puedo mencionar mucho. 

¿Entonces surgió una nueva pista?

No es una nueva pista, sino que se va a tomar el toro por las astas y se va a trabajar de una manera distinta a como se venía trabajando. Se está tomando la investigación de una manera diferente a cómo se venía realizando hasta hoy. Por lo que nos dice el fiscal, siempre hay movimientos en la causa por ese tipo de denuncias que aparecen, anónimas o no, pero que no terminan en nada. A partir de este mes se estaría empezando a trabajar de una manera distinta.

¿Cuál es la hipótesis por la que se orientan hasta ahora? Se evaluaron muchas, como la trata de personas.

Esa posibilidad nunca deja de estar. Si la última vez que se vio a María fue en Salta, sobre la ruta 34, con la cantidad e vehículos que pasan por ahí... Si veían a alguien con las características de María, que estaba sola y perdida o desorientada, era muy fácil tomarla, meterla en un vehículo y llevarla a otro país, con lo permeables que ya sabemos que son las fronteras argentinas y la poca distancia que hay entre Salta y Bolivia. Es algo totalmente factible.

¿Cuál es la pista más concreta que tienen hasta ahora?

Es una que no puedo mencionar porque justamente esta nueva forma de trabajar que se va a implementar iría apuntando a esa línea. En cuanto a algo concreto, no lo puedo comentar.

¿Es algo reciente?

No, tiene cierto tiempo

¿Siguen sosteniendo la esperanza de que aparezca con vida?
 
Si, siempre está latente. Tenemos un 50 y 50. Las dos posibilidades están presentes en la cabeza.

¿Había una recompensa de un millón de pesos para quien aportara datos certeros? ¿Sigue activa? 

Sigue activa y se está viendo de modificarla y actualizar el monto. No lo pedimos nosotros sino que surgió desde la fiscalía. Eso depende de Seguridad de la Nación, pero la fiscalía está muy en contacto.

El Ministerio Público Fiscal de la Provincia también está interviniendo en la investigación. 

Sí, es parte de la reunión que tuvimos hoy

¿Qué cambió en estos 11 años con respecto a la forma de trabajar en la búsqueda de mujeres desaparecidas?

No creo que haya cambiado mucho. Si bien surgió el Sifebu (Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas), a modo personal no creo que sea tan efectivo. 

Han encontrado chicos y chicas que estaban desaparecidos, pero en el caso de la nena que desapareció en San Luis, no. Las primeras horas son las más importantes, no sé en que momento le dieron aviso al Sifebu. El hecho de que no la hayan encontrado no significa que no hayan trabajado como se debe, no dudo de eso. 

Pero nosotros presentamos, ya en 2012, una propuesta para crear una Secretaría de Búsqueda de Personas. Nos dijeron que no, porque ya estaba planteándose el Sifebu. Y bueno, lo que nosotros propusimos, que creo que era muy bueno, lo han tomado algunos legisladores solo para decir que lo tomaban pero después lo metieron adentro de un cajón.

Así fue en su momento con Patricia Bullrich, antes de su gestión como ministra de Seguridad de la Nación. Tomó el proyecto, lo firmaron legisladores del PRO y quedó cajoneado. 

Lo cajonearon desde el sector del Frente de Todos de aquel momento y de todos los partidos políticos. No se puede confiar en ninguno porque no les interesa para nada. Esa es la verdad.

En la experiencia de la familia, ¿qué es lo que falta? Recursos, coordinación...

Para mí, falta profesionalismo, experiencia y recursos humanos y materiales. Y después, una organización federal, un organismo que como la Policía Federal, que esté en las distintas provincias del país. 
La desaparición de una persona, si es por trata, pasa a tener que ver con muchos intereses políticos y policiales del pueblo o provincia donde desapareció esa persona.

Y en zona de frontera no tiene que ver solo con trata sino también con narcotráfico y violencia.

Una cosa está ligada a la otra. 

Tuvo que tomar la posta de Federico, su padre, que recorría el país en busca de cualquier dato.

No en el sentido en que él lo llevaba adelante porque él tenía su vida hecha y estaba dedicado enteramente a buscar a su hija. 
Yo tengo que trabajar para vivir y no me puedo abocar como él. Lo máximo que podemos hacer es estar en contacto con nuestro abogado en Salta y, una o dos veces al año, reunirnos con la fiscalía.

¿Cuál es el último recuerdo que tienen de María?

Siempre fue una persona muy alegre, rodeada de amigas y amigos. Siempre activa y con ánimo. Era muy inteligente y emprendedora. Siempre estaba juntando amigos o amigas en una reunión.

Cuando pasa algo así, una familia queda como detenida en el tiempo.

No solamente eso. Te preguntás permanentemente dónde puede estar, qué pasó y qué va a pasar: si se va a llegar a algo o no. 
Son muchos años y más con la inmensidad que tiene el país. Si no la sacaron por la frontera, la pasaron a otra provincia, la llevaron al sur o vaya a saber uno qué fue lo que pasó. Si murió a la vera de la ruta y alguien encontró el cuerpo y lo escondieron ... Hay infinidad de cosas que se pueden llegar a pensar.

Y también en una provincia como Salta, con tanta violencia de género

Con muchas cosas, con lo de las turistas francesas en el mismo tiempo y comentarios de que no se puede saber o no podía aparecer algo más porque eso era malo para la provincia.

¿De dónde surge ese tipo de comentarios?

Comentarios. No lo puedo decir.