Fernando Abán lleva más de dos años maravillando a los turistas que llegan hasta Seclantás, en los Valles Calchaquíes, y preguntan por las Cuevas de Acsibi.
Es un paisaje de otro planeta que, paradójicmente, muy pocos salteños conocen o saben de su existencia. Las Cuevas de Acsibi, son una singularidad geológica en los Valles Calchaquíes. Están a unos 7 kilómetros de Seclantás.
Fernando es famoso en el pueblo porque realiza las caminatas hasta el lugar. “Son caminatas de 6 ó 7 horas, de una dificultad media, más tirando para alta. A esto lo decimos para la gente tenga presente que no es tan fácil”, dijo Fernando Abán. 
“Vienen de todas partes del mundo para ver las maravillas de nuestra provincia. Hace falta que vengan más salteños, no es tan lejos de la ciudad. Acá nosotros lo recibimos a los turistas como amigos, compartimos un tiempo y un paisaje hermoso. Yo les pido a los visitantes que lleven sombrero, frutas, agua y algun sandwich para compartir un picnic en las Cuevas. Allí yo les invito para compartir un vino de altura. Es toda una experiencia inolvidable”, dijo Abán.
Pero lo que también encanta a los visitantes es que el traslado al punto de comenzar a caminar es una estanciera verde manzana que surca los Valles Calchaquíes siempre en la búsqueda de aventuras.

Llegar a Acsibi es viajar en el tiempo ya que por allí pasaban las carretas de la colonia. Esta zona, en un sentido amplio, forma parte del sistema vial incaico y preincaico que fue aprovechado por los españoles durante la conquista en la conexión del Río de la Plata con el Perú.
La senda abandona el cañadón del río y se mete en un valle de formas caprichosas. Algunos las comparan con velas derretidas, pero la verdad es que es un valle de lo que la imaginación dicte.

Se cree que estas cuevas eran usadas como lugares de rituales por los pueblos originarios de la zona ya que se encontraron numerosos fragmentos de cerámica. Como además es un lugar que suele concentrar los rayos durante las tormentas eléctricas, se le puso el nombre de Acsibi: “Se llama así porque es el lugar donde está la luz o está el fuego, en lengua cacán”, concluyó Abán.

Para contactarse con Fernando Abán hay que llamarlo al 387 155 798822. También se puede buscar su cuenta personal en Facebook donde hay más información, fotografías y videos.

Un pueblo mágico

En Seclantás nace el “camino de los Artesanos”, que recorre los parajes de El Colte (ruta 40), a orillas del río Calchaqui hasta Brealito y Luracatao. Se trata de uno de los pueblos mejor conservados de la provincia, caracterizado por sus antiguas casonas de adobe con galerías y grandes patios, con detalles arquitectónicos que le dan al lugar un aire antiguo y fresco. El edificio de la iglesia del cementerio, por ejemplo, fue levantado en 1835 y es monumento histórico nacional. Está ubicada en lo alto del pueblo, desde donde puede disfrutarse una panorámica de los valles. En tanto la parroquia Del Carmen data de 1885 y conlleva una arquitectura mezcla de estilo cuzqueño con detalles de otras influencias. Es, sin duda, el edificio más importante del pueblo. Los vinos constituyen otro sello local, ya que en tierras seclanteñas se encuentran viñedos ubicados a 3.100 metros de altitud, entre los más altos del mundo. Se destaca el torrontés. 

Otras dos excursiones

Laguna de Brealito

Un circuito muy atractivo por conocer es la laguna de Brealito. Este cuerpo de agua se encuentra a 2700 metros sobre el nivel del mar rodeado por una impactante formación geológica y una peculiar avifauna que le brindan al lugar una particularidad muy especial. Esta caminata se realiza desde la playa de la laguna hasta las Pinturas Rupestres que se encuentran detrás de rocas, tras realizar un trekking de 1 hora 50 minutos.

El Cráter de los Cóndores

Desde la plaza principal de Seclantas, a hora convenida y en vehículo, se recorren 18 km por quebrada de El Rincón y parte de campo Monte de Nieva hasta llegar a un punto donde se comienza a caminar. Hay paisajes increíbles con multicolores hasta llegar a una inmensa depresión geológica con más de 2 km de diámetro y una increíble profundidad donde el visitante se encuentra atrapado por la seducción de la naturaleza.