"Gracias a dios ellas se encuentran bien, mi señora esta bien, mi hijita tambien", dice Sergio, quien muestra tranquilidad. El joven es el papá de la beba que nació en la vereda del hospital Papa Francisco. El jueves 20 pasado, su mujer sentía un dolor fuerte de abdomen porque había comenzado con trabajo de parto, por lo que se dirigieron por la cercanía a dicho nosocomio. Una vez allí, la recepcionista le negó la atención porque según dijo no habían especialistas. El nacimiento ocurrió en la calle del hospital Papa Francisco, antes de que lograran trasladarla al hospital Materno Infantil.  El hecho tuvo repercusión nacional.

El papá de la nena conversó con El Tribuno, y comentó que a su hija la tienen internada en Neonatología para controlarla, "los médicos dicen que está bien, que ya está fuera de riesgo. Ayer nos la trajeron y nos dijeron que tenía fractura de clavícula, pero le hicieron otros estudios en la cabeza y salieron bien".

El joven, la misma noche del parto, realizó una denuncia contra la recepcionista y contra el hospital, "esa misma noche, cuando salí del Materno, les puse una denuncia a la señora que nos negó la atención y al hospital Papa Francisco porque no tienen personal".

Las autoridades del hospital informaron que iban a iniciar un sumario administrativo a la recepcionista con el fin de averiguar sobre lo sucedido. "Conmigo nadie se comunicó, ni los médicos, ni la mujer, nadie del Papa Francisco para pedir disculpas".

"Nosotros fuimos para que la atendieran en el hospital pero no nos quisieron atender, no nos quisieron brindar ni siquiera la ambulancia que tenian afuera". Desde el Samec también me dijeron que no me podían brindar la ambulancia", rememoró con enojo Sergio.

Con respecto a su pareja y mamá de la beba contó que no dijo nada sobre lo sucedido, "yo entré a ver a mi señora y no dijo nada, no se quiere acordar, solamente me preguntó cómo estaba la bebé, si la había visto, y al ratito nos la trajeron y al otro día nos informaron que tenía fracturada la clavícula".

Molesto, Sergio comentó que lo que más lo indigna es que les negaran la atención y que espera que cambien el personal para que nadie más pase por lo que ellos pasaron. 

Hace más de cinco años que Sergio y su pareja están juntos. Ambos trabajan en el vertedero y con esos ingresos sostienen a los ocho integrantes de la familia.