Alberto Assef es diputado nacional por Buenos Aires y ahora está alineado con Juntos por el Cambio. Estuvo por Salta y dialogó con El Tribuno sobre la dura parada que tiene Patricia Bullrich para llegar al balotaje.

Cómo viven el clima electoral, en medio de la crisis económica...

Lo vivo con la misma angustia y con la misma preocupación que tiene la mayoría del país. Sobre todo porque se vislumbra una política que no es sólida, más bien fragmentada, y eso conspira contra la rápida solución que la Argentina necesita, porque esa solución tiene como columna vertebral decisiones políticas, antes que económicas. Y las decisiones políticas requieren mucha solidez de la estructura política que las sostenga. Y eso es lo que está en duda en esta elección, donde inesperadamente se produjo una decisión en tercios, que en realidad es en cuartos, porque hay un cuarto de la población que no fue a votar, o que votó en blanco. Hay una debilidad que conspira contra la eficacia del próximo gobierno.

Y en ese sentido tiene una ventaja diferencial Patricia Bullrich porque tiene 10 gobernadores, tiene un bloque sólido de diputados y senadores nacionales, tiene más de 300 o 400 intendentes importantes en el país, tiene una estructura política, una coalición política que más allá de algunas diferencias que se han producido, hoy se muestra congruente, unida y amplia, con la posibilidad incluso de desplegarse aún más.

¿No cree que la dura interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich les terminó jugando en contra?

Estoy convencido que sí. Fueron demasiadas energías puestas en la interna y escasas preocupaciones por la situación general y por el electorado que estaba expectante. Creo que fue la pasión misma de la competencia primaria la que quizás produjo ese error, pero inmediatamente se cambió. A los dos o tres días de las PASO, Patricia convocó a una reunión con los principales dirigentes y todo su equipo político y técnico. Yo estuve ahí y ella dijo acá estamos todos y no hay un solo rencor.

¿Qué puede hacer de distinto Bullrich a lo que hizo Macri cuando asumió en 2015?

A Macri se le aconsejó, en aquel momento, políticamente, que el camino para suplir las debilidades políticas, con lo que vulgarmente se llama rosca con el justicialismo. Eso fue pan para hoy y hambre para mañana. Porque al primer traspié, al primer inconveniente, a la primera duda del mercado que fue sobre todo en marzo de 2018, toda la rosca se vino abajo. El justicialismo dio media vuelta, saludo uno y saludo dos y se juntaron todos, en el Frente de Todos: con Massa, Cristina y el peronismo tradicional.

Se volvió a poner sobre la mesa el tema de los desaparecidos en la última dictadura militar....

Quiero decir una cosa. Saber olvidar es también tener memoria. Entonces cuando invocan memoria, justicia, memoria activa y justicia, nosotros les decimos que es hora de saber olvidar, que eso también es memoria. Y hay que dar vuelta de página y poner fin a la guerra interna que tuvimos hace más de cuarenta años.