El mayor índice de inflación del NOA en relación al resto de las regiones no se refleja en los indicadores de pobreza por la forma en que se construye este índice.

El economista e investigador del Conicet, Jorge Paz, explicó que para realizar el cálculo se utiliza la canasta del Gran Buenos Aires (GBA) y se hace una corrección por diferencias de precios entre regiones.

Paz aclaró que estos aumentos de precios afectan a la pobreza de manera diferencial y que, aunque no se refleje en el índice, la gente sí está sintiendo el aumento en los precios.

"El último informe de pobreza dijo que Salta está por debajo de la media nacional, mide menos en términos de pobreza que el conjunto de aglomerados de la Argentina. Si bien el NOA está por encima, Salta está por debajo. Es decir que estos aumentos de precios no aparecen estadísticamente, lo que no implica que no afecten a la pobreza".

"O sea que no vamos a tener una sorpresa cuando salga el próximo indicador de pobreza porque estas diferencias no se reflejan en él ya que la canasta que se está tomando para calcular pobreza es la del Gran Buenos Aires nada más", aclaró.

Expuso también que la pobreza se calcula en relación con el valor de la canasta básica y los ingresos de las personas y advirtió que el aumento de la canasta no necesariamente indica un aumento en la pobreza si los ingresos también aumentan en la misma proporción, aunque las paritarias suelen beneficiar a los trabajadores formales mientras que los sectores más vulnerables, como los trabajadores informales, quedan expuestos ante la alta inflación.

En este sentido, Paz señaló que no se debe perder de vista que la inflación no es más que el síntoma que advierte que hay un problema de fondo y que, a su juicio, ese problema de fondo es la distribución desigual de los ingresos que ha causado una crisis económica profunda en los últimos años. "La solución no solo es reducir la inflación, sino abordar este problema estructural de distribución del ingreso", anticipó Paz.

Finalmente, Paz explicó que "la pobreza no se conforma solamente por el valor de la canasta, el valor de la canasta es un componente, pero el otro componente son los ingresos. Eso hay que saber para calcular el aumento de la pobreza".

Menor expectativa de inflación de octubre

La inflación de octubre se reducirá al 9,5 por ciento, por debajo de la de septiembre que arrojó 12,7 por ciento, según los pronósticos informados recientemente por consultoras privadas al Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El relevamiento incluyó las perspectivas de 24 consultoras y centros de investigación locales e internacionales, además de 12 entidades financieras de la Argentina.

En el noveno relevamiento del año, los analistas estimaron una inflación mensual del 9,5 por ciento para octubre y una inflación para todo el año de 180,7 por ciento, 11,4 puntos más que la encuesta que se había realizado previamente.

Quienes mejor pronosticaron esa variable en el pasado (TOP-10) esperaban una inflación del 9,4 por ciento para octubre y de 183,8 por ciento interanual para 2023.

Respecto del Índice de Precios al Consumidor (IPC) Núcleo, los participantes del REM ubicaron sus previsiones para 2023 en el 187,5 por ciento.

Para septiembre, la mediana de las estimaciones de quienes participaron en la encuesta del REM sugería una inflación de 11,7 por ciento mensual, mientras el dato observado en ese mes fue del 12,7 por ciento (1,1 puntos porcentuales superior al pronosticado por el REM).

Leves mejoras

En el relevamiento de septiembre, los analistas del REM proyectaron para 2023 un nivel del Producto Interno Bruto (PIB) real 2,8 por ciento inferior al promedio de 2022, mejorando la perspectiva en 0,14 puntos porcentuales respecto del relevamiento que se hizo anteriormente.

Esta mejora se concentra en el tercer trimestre del año, período para el cual los participantes en la encuesta redujeron en 1 punto su perspectiva de contracción del PIB trimestral sin estacionalidad.

En tanto, quienes mejor pronosticaron en el pasado esta variable proyectaron, en promedio, una reducción de 2,7 por ciento para la totalidad del año.

Para 2024, el conjunto de los participantes del REM estimaron una nueva contracción promedio de 1,2 por ciento, lo que implicó un deterioro de 0,6 puntos porcentuales respecto del relevamiento realizado previamente.