Los vinos de Salta tienen un sabor único en el mundo. Cada combinación de las uvas nacidas en los Valles Calchaquíes le danun sabor único en el mundo a los vinos salteños. 
Quienes se dedican al producción de vinos en Salta, ofrecen vinos de altura que toman sabores y aromas que no logran repetirse y que van ganando su lugar. 

Algunas de las tantas combinaciones que existen  para vinos salteños, Clara Isasmendi, enóloga y arquitecta, recomendó los vinos blancos para este verano que ya se acerca. “En verano uno va por vinos frescos, vinos blancos, que no tienen la concentración de los tintos”, reflexionó Clara. 

El torrontés, un vino estrella de los Valles, combina muy bien con muchos platos. Marida con una ensalada, una empanada, con comida picante.

En el otoño y el invierno lo recomendado son los tintos. También se pueden tomar en verano, en las noches frescas salteñas, pero en invierno con un buen corte de carne, o un buen queso son vinos que maridan muy bien. 
 
Los vinos salteños realmente tienen un gran proceso de crianza, que si bien pueden estar hechos de la misma forma, pero tienen diferencias en el blend, y el asamblaje que se hacen con las distintas cepas. 
Un vino es para cada momento, pero un Malbec-Merlot por ejemplo, es una combianción que los hace especial. Y con el clima y la época, con quien lo acompaño, son los motivos que harán elegir al mejor vino, para cada momento. 

  
Las mezclas más comunes

La fuerte influencia de la técnica y experiencia vitícola francesa ha marcado el estilo de vinos a nivel mundial. Un caso concreto y que se repite mucho son las mezclas tintas bordelesas, que suelen combinar Cabernet Sauvignon, Merlot o Cabernet Franc como vino base, con un poco de Malbec, Petit Verdot o, a veces, Carmenere.

Mientras el Cabernet Sauvignon ofrece un vino robusto, largo, con notas a pimienta y frutos negros, el Merlot se siente en el medio del paladar, con más frutos rojos. Y el Cabernet Franc ofrece taninos al comienzo, desvaneciéndose en jugosos frutos rojos y notas herbales. Así, el enólogo escogerá qué cepas usar y luego cómo complementarlas. Por ejemplo, el Malbec aportará frutos negros que exacerban el perfil frutoso de un Cabernet.

En Argentina, el famoso Malbec suele mezclarse con Cabernet Sauvignon para lograr un vino más completo y complejo.
Las posibilidades son casi infinitas. Todo depende de lo que el enólogo quiera lograr.