Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
Dolores en las rodillas, hombros, uñas quebradizas y cabello que no crece. Parece un milagro, pero como en todo, la constancia y llevar un estilo de vida saludable son los pilares para volver a moverse sin sentir crujidos en las rodillas y sin mostrar "patitas de gallo" alrededor de los ojos.
4 DE Octubre 2023 - 17:52
Y de golpe parece que los años llegaron todos juntos. Tanto Bernardo Biella, médico, como Romina Sosa, nutricionista, afirman que el consumo de colágeno se recomienda después de los 50. Y sí. La verdad que llegar a la mitad de la vida (que decirlo ya es muy auspicioso) implica que hay algunas partes del cuerpo que empiezan a mostrar un pequeño desgaste.
Es por esos años que comienzan a quebrarse las uñas, salir algunas arrugas -sobre todo en alrededor de los ojos y el cuello - sentir que la piel de las manos se secan y finalmente el crujir de las rodillas, los tobillos, los hombres, bueno, casi todas las articulaciones.
Desde hace un par de años, los suplementos de colágeno se han vuelto el pasaje de regreso a la juventud, pero qué tan real es este sueño, y hasta dónde alcanza. Pero sobretodo, advertir que sin la supervisión de un médico amigo, no es recomendable iniciar ningún tratamiento.
Bernardo Biella, médico explica qué es el colágeno y cuál es su función en nuestro cuerpo. “El colágeno es una porción de una proteína de origen animal".
"Normalmente forma parte de los tejidos que forman los cartílagos que están cubriendo las extremidades de los huesos, también de la piel y faneras (las uñas y el cabellos). Cuando el colágeno se degrada forma péptidos de colágenos que son pedacitos de colágeno, que cuando se ingieren por vía oral tienden a acumularse en los cartílagos para mejorar el movimiento”, explicó el profesional.
El doctor destacó que las articulaciones son el lugar donde se unen dos o más huesos. Entonces este colágeno ayuda a fabricar este cartílago que se fue perdiendo a través de los años.
Romina Sosa, licenciada en Nutrición, explica que el colágeno ayuda a mantener la integridad del cartílago, que es el tejido similar al hule que protege las articulaciones. A medida que la cantidad de colágeno en el cuerpo disminuye al envejecer, aumenta el riesgo de desarrollar trastornos articulares degenerativos como la osteoartritis.
La nutricionista advierte que el colágeno es una proteína se encuentra principalmente en la piel y articulaciones (cartílago) de los mamíferos (pollo, vaca, cerdo ) y en el pescado (piel y espinas). “Hay alimentos muy ricos en colágeno como las patas de cerdo. “Se ha visto que el colágeno porcino contiene unos péptidos mucho más activos que el colágeno que se obtiene del pescado. Los hábitos alimenticios actuales se basan en dietas que, con frecuencia, son muy pobres en alimentos ricos en colágeno. Por esta razón, esta carencia puede compensarse con la ingesta de un complemento alimenticio rico en colágeno”, expresó la nutricionista, que pone en evidencia la necesidad de tener una dieta equilibrada y cada vez más equilibrada con el paso de los años.
Bernardo Biella destacó que el colágeno viene en distintas presentaciones y se lo puede tomar directamente a partir de los 50, independientemente del género de la persona, pero es lo más probable que los utilicen las mujeres. “Las mujeres cuando son mamás, entregan parte de su colágeno al bebé durante el embarazo”, agregó.
Mientras que Sosa recordó que el colágeno vegetal no existe debido a la incompatibilidad funcional de esta proteína con los vegetales, que carecen de movilidad.
El colágeno tipo II ayuda a fortalecer la resistencia y la elasticidad del cartílago. Las personas tienen la capacidad de generar su propio colágeno naturalmente, pero su producción disminuye por factores como la edad, el sobrepeso y los malos hábitos.
El colágeno trabaja evitando el envejecimiento de la piel, ya que junto con la elastina, nos ayuda devolver la elasticidad de la piel y por ende evita el envejecimiento, evitando las arrugas, por ejemplo.
El consumo de los péptidos de colágeno es recomendado después de los 50. “Las dosis van 2,5 grs hasta 10 grs por día por 6 meses, y luego se requiere otro estudio médico para ver si hace falta o se completo la reserva de colágeno del organismo”, advierte Biella.
El doctor explica que existen el colágeno tipo I, que es para los tendones, ligamentos y articulaciones. El tipo II es específico del cartílago. Es por eso que tiene distintos órganos de trabajo.
En detalle, Sosa agregó que existen más de 19 tipos de colágeno, que dependen, entre otros factores, del tejido en el que actúe y de las sustancias con las que se combine, por lo que no es considerado como una proteína única, sino más bien como una familia de moléculas estrechamente relacionadas pero diferentes entre sí. Los principales tipos son el tipo I: Se encuentra sobre todo en los huesos, la córnea, la dermis y los tendones y se presenta en forma de fibra con estrías que se agrupan y forman cadenas para dotar a los tejidos del organismo de elasticidad y resistencia. El tipo II presente en los cartílagos, en algunas estructuras de los embriones y en el humor vítreo del ojo. Otorga resistencia a estos tejidos ante presiones intermitentes.
Existen una serie de combinaciones del colágeno que pueden hacer más efectiva su absorción, como por ejemplo vitamina C, reverestrol, ácido hialurónico, calcio, citrato de Magnesio, Q10 entre otros según las necesidades.
“No hay riesgos conocidos por tomar suplementos de colágeno. Sin embargo, algunos suplementos están hechos de alérgenos alimentarios comunes, como pescado, mariscos y huevos”, advierte Romina.
Las personas con alergias a estos alimentos deben evitar los suplementos de colágeno fabricados a partir de estos ingredientes para prevenir reacciones alérgicas. Algunos también advierten que los suplementos de colágeno dejan un mal sabor en la boca que es difícil de eliminar. Los suplementos de colágeno también tienen el potencial de causar efectos secundarios digestivos, como sensación de llenura y acidez estomacal.
En la actualidad el precio de los suplementos de colágeno, por 30 tomas tienen un costo de ronda desde los 6 mil pesos a 14 mil, dependiendo de la marca y la combinación con la que se busque. Estos tratamientos deben mantenerse por la menos 6 meses, según expresó el doctor Bernardo Biella.
Pero tanto Biella como Sosa recordaron que existe alimentos que tienen una alta dosis de colágeno y que pueden ser consumidos, al menos después de los 50, en buenas dosis para aportar lo que al cuerpo comienza a faltarle.
Uno de esos ejemplos fue la gelatina. Biella recordó que este puede ser una de las mejores y más económicas formas de aportar colágeno al cuerpo. “A veces los pacientes consultan si el contenido de azúcar no afecta, y solo se debe tener precaución en el caso de los pacientes con diabetes”, destacó.
Romina Sosa por su parte, también recordó que existen alimentos ricos en colágeno como la piel de pollo, piel de cerdo, carne de vaca y pescado. “los alimentos que contienen gelatina, como el caldo de huesos, también aportan colágeno. La gelatina es una sustancia proteica derivada del colágeno cocinado”, agregó la nutricionista, que además recordó en la charla la famosa receta del caldo de huesos que que realizaban las abuelas y que como todo lo pasado, está de regreso.
En cuanto a los efectos secundarios, los profesionales destacaron que no hay riesgos conocidos por tomar suplementos de colágeno. Se recomienda que no consuman colágenos las personas con fenilcetonuria, hiperuricemia, insuficiencia renal o hepática.
Ya sea con nuevas recetas o recurriendo a las viejas notas de las abuelas, el colágeno comenzó a ser reconocido como uno de los grandes aportes para mantener la juventud, desde adentro hacia afuera. Nunca mejor dicho. Cuidando las articulaciones, para que con el paso de los años, levantarse de una silla, correr el colectivo o salir del auto no resulten una tarea titánica; y también para que cuando saquemos nuestra mejor sonrisa no sea necesario usar los filtros del celular.