Uno de los pocos indicadores que pueden adelantar lo que pasará en el futuro del mercado inmobiliario son los permisos de construcción que otorgan las municipalidades para las obras particulares. En el caso de la ciudad de Salta esas habilitaciones están en franco descenso durante este año, e incluso se encuentran por debajo de lo que ocurrió en 2020, cuando la pandemia paralizó prácticamente todas las actividades.

El último informe de coyuntura que elaboró el economista Lucas Dapena para el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, da cuenta que entre enero y julio el municipio capitalino expidió permisos de construcción por un total de 67.184 metros cuadrados para nuevas edificaciones o ampliaciones. Representó una disminución del 58,8% con respecto a los mismos siete meses de 2022 y de un 53,1% en relación significativa en comparación con igual período de 2021.

El descenso constante de las habilitaciones adelanta una caída en la oferta inmobiliaria de los próximos años. Todo lo contrario a lo que necesita la provincia, donde para ir en un camino de solución al gran déficit habitacional se necesita, como mínimo, la construcción, tanto del sector privado como del público, de unas cinco mil viviendas por año, de acuerdo los cálculos de especialistas del sector.

La crisis económica que envuelve al país, que empeora cada vez con el crecimiento de la inflación, es el principal factor que explica la caída en las proyecciones de construcción.

Compra y venta

A pesar de lo que se espera con las construcciones, el mercado de compra y venta de propiedades tuvo una mejora este año en Salta, según el mismo estudio de Dapena. Entre enero y septiembre, se registraron 3.600 transacciones de inmuebles, lo que representó un aumento del 12,1% respecto a iguales nueve meses de 2022. Y si la comparación es con 2021, la suba fue del 8,8%.

En septiembre, particularmente, las transacciones de inmuebles en el mercado salteño crecieron un 26,7% interanual, pero cayeron en un 1,2% con respecto a agosto.

El valor de las transacciones también subió este año, aún incluso si se descuenta la inflación. El informe del Ieral señala que en términos reales los valores de las compras y ventas de inmuebles aumentaron un 33% en el acumulado de este año hasta septiembre con relación a 2022. Sin embargo, si se compara con 2021, hubo una caída real del 73,5% en los montos.

Los montos de las transacciones vienen en una curva ascendente desde junio (con la excepción de agosto donde cae un 4%).

Explicación

Pese a que la demanda de bienes inmuebles como el monto total de las transacciones efectuadas, en términos reales, aumentaron este año, Dapena aclaró que "el escenario actual está impregnado de incertidumbre, acentuado por la creciente escalada del dólar paralelo. A pesar de eso el sector atraviesa su mejor momento desde la pandemia".

Sobre la caída en los permisos de construcción, el especialista alertó, por otra parte, que "enfatiza la falta de signos perceptibles de mejora en el sector de la construcción, esto se podría deber a la incertidumbre política y económica existente".

El economista consideró, además, que "resulta preocupante la inestabilidad que seguirá siendo parte del proceso inflacionario debido a la ausencia de anclas, la distorsión de los precios relativos y la incertidumbre en torno al ámbito electoral y a la transición".