La enfermedad renal crónica (ERC) suele descubrirse en una fase avanzada y se calcula que un 80% de los pacientes no tendrán un diagnóstico temprano. Categorizada como silenciosa por su ausencia de síntomas, la ERC está presente entre el 30% y 50% de los pacientes con diabetes tipo 2, con enfermedad cardiovascular, hipertensión y obesidad. Bayer lanzó Finerenona, una innovadora molécula para tratar a los pacientes con diabetes tipo 2 y evitar las posibles complicaciones derivadas en los riñones y en el corazón.

Carlos Bonanno es médico nefrólogo especializado en la Universidad Nacional de Cuyo y egresado de la Universidad Nacional de Córdoba. Es el actual presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN), jefe del Servicio de Nefrología del hospital Santa Isabel de Hungría (Mendoza) y director médico del Centro de Diálisis del Este y Clidial S.A. En diálogo con El Tribuno, hizo hincapié en la necesidad de prevenir la enfermedad renal crónica con simples hábitos de vida saludable. También señaló la importancia de un diagnóstico precoz para poder utilizar las herramientas que ofrece el mercado, como la molécula Finerenona de Bayer, a fin de retrasar el progreso de la enfermedad. 

¿Cuáles son las enfermedades que pueden detonar la ERC?

Principalmente la diabetes tipo 2, la hipertensión y la obesidad. En 2021 la cifra de diabetes tipo 2 en el mundo era de 537 millones de personas, pero para el 2045 se podría escapar la cifra a 734 millones. Esto sucede por los malos hábitos dietéticos y nutricionales. En Argentina, en septiembre de 2019 se publicó la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, que arrojo datos alarmantes: que la diabetes en 2018 la padecía el 12,7% de la población, también se obsevó el incremento de pacientes con hipertensión y colesterol elevado. Esto puede deberse a que solo el 6% de la población consume las 5 porciones de frutas y verduras recomendadas al día; el 68,9% de la población agrega sal en la cocción de los alimentos y el 16,4% adiciona sal del salero al plato tras la cocción con sal. Esto desemboca en hipertensión. Hay que agregar como factor relevante la pobreza, ya que no tiene acceso a la salud o no consulta al médico y todo esto es un cóctel explosivo.

¿Y qué se puede hacer para no llegar a tener la enfermedad renal crónica (ERC)? 

Frente a este panorama solo existe el autocuidado, la prevención y concientización, que incluye las 8 reglas de oro:  vida y dieta saludable: actividad física de una hora, tres veces por semana / Disminuir proteínas de origen animal. Aumentar dieta en frutas y verduras. Controlar ingesta de sal (cuidado con la sal oculta en alimentos procesados) y azúcar. Realizar control médico y de laboratorio: en especial quienes padecen de hipertensión arterial, diabetes, obesidad, algún tipo de síndrome metabólico. También quienes son familiares de personas con enfermedad renal.

Estricto control de presión arterial (para hipertensos) y de glucemia (para diabéticos) para evitar el avance de la enfermedad. Ingerir abundantes líquidos sanos: de 1,5 a 2 litros por día para evitar litiasis y darle sustento al riñón en su función de eliminar toxinas. No automedicarse. No fumar: el tabaco desencadena una patología de las arterias. Recordar: todo lo que afecta al corazón, afecta al riñón.

¿Cómo se puede detectar a tiempo la enfermedad renal?

Con algo tan simple como un dosaje de creatinina en sangre, una orina completa para ver si hay proteinuria y a lo sumo una ecografía renal, estamos ganando un tiempo precioso porque dentro de los 5 estadios de la ERC, el 5 es el terminal, donde ya se requiere de tratamiento sustitutivo. Si se logra un diagnostico precoz podemos utilizar las herramientas que hay en el mercado farmacológico. Entre otras moléculas o fármacos está la Finerenona de Bayer, que ayuda a retrasar la ERC, pero lo ideal es que sea antes de que aparezcan los síntomas. Toda persona que tenga enfermedad cardiovascular, hipertensión, adultos mayores o personas con diabetes deben obligatoriamente hacerse el estudio de creatinina, porque son enfermedades asociadas con la ERC.

¿Es irreversible la ERC?

Es irreversible según el momento cuando la abordamos, por eso hay que tomar conciencia de la importancia de la prevención y el control de la función renal. Lo bueno es que hay herramientas para frenar la enfermedad. 

La ERC puede dividirse, de acuerdo al porcentaje de función renal, en cinco grados. El quinto es de tratamiento renal sustitutivo. En la medida que hacemos detección precoz podemos ir dilatando el ingreso a diálisis y en algunos casos lo podemos evitar. Pero una vez que se generó un daño que lleva al riñón a menos del 15-20% de su función, el ingreso a diálisis es inminente.

"Diálisis" suena a mala palabra, ¿cómo definiría este tratamiento?

Yo diría que afortunadamente contamos con la diálisis que al paciente le da otra chance: inscribirlo en una lista de espera para un trasplante renal. Si no existiera el tratamiento sustitutivo de la diálisis no tendría la posibilidad del trasplante renal. Por ejemplo, quienes requieren de respirador artificial, lamentablemente no tienen chances de llegar al trasplante de pulmón. No existe la diálisis hepática, por eso el trasplante de hígado es algo de urgencia, lo mismo que el cardíaco. Aún con la ERC podemos ver el vaso medio lleno porque nos da la posibilidad de tener a los pacientes en diálisis a la espera de un trasplante renal y que tengan una vida social mientras tanto.