En esta oportunidad, fueron 35 los jóvenes salteños que se capacitaron en conducción de alta montaña. Los cursos se iniciaron en abril de este año. Las prácticas se desarrollaron en la zona de Campo Quijano, Ingeniero Maury, San Antonio de los Cobres y Alto Chorrillo.

Los alumnos aprendieron a manejar camionetas 4x4 con equipamiento de minería por caminos sinuosos, de tierra, con calaminas, sectores de barrancos, puntos ciegos y pendientes pronunciadas. También ahondaron en técnicas relacionadas a la conducción en condiciones climáticas extremas, como lluvia, nieve, granizo, vientos, sol intenso, entre otras.

Fue un ciclo de seis meses de clases teóricas y prácticas. Se trató de una iniciativa de la empresa GVH Logística Minera, que contó con la colaboración del Ministerio de Educación, el Ejército Argentino, Segulab, Cruz Roja, Mining Time y de la Cámara de Proveedores Mineros y Turísticos de la Puna (Caprosimitp). Es decir, que pudo concretarse gracias a una articulación público-privada. De esta manera ingresó al mercado minero y turístico una segunda promoción de conductores de alta montaña. Un dato importante: la formación cuenta con certificación avalada por la cartera de Educación.

"Esta iniciativa es pionera en el sector y apunta a satisfacer la creciente demanda de personal capacitado y experto en la conducción en terrenos montañosos y desafiantes. Estamos seguros de que estos nuevos profesionales contribuirán al sector minero", expresó Vilma Vacazur, de operaciones logísticas.

Sin lugar a improvisaciones

Hoy el desarrollo minero en la provincia se ha convertido en una usina de oportunidades, por lo tanto de grandes expectativas para el mercado laboral. Si bien se trata de un sector caracterizado por los buenos salarios, también es cierto que requiere de preparación. En el área de logística, los choferes son los encargados de transportar pasajeros, víveres y repuestos, y escoltar convoyes de camionetas, buses y camiones con materiales por los difíciles caminos que atraviesan los cordones montañosos hasta las explotaciones mineras. Es una tarea nada sencilla, ya que ningún viaje es igual a otro, aseguran los especialistas. Se deben tener en cuenta diversos factores, como el estado de los caminos, las condiciones del tiempo, las dificultades propias de la geografía de la región y un tránsito cada vez más intenso y en muchos casos desordenado.

Manejar por encima de los 3.500 msnm hasta los más de 4.660 msnm (Abra del Gallo) requiere de mucha pericia, y ésta se consigue con la experiencia y una minuciosa preparación. La Puna salteña, jujeña y catamarqueña es muy complicada. En temporada seca se generan verdaderas tormentas de tierra. Frente a este tipo de situaciones se deben poner en práctica ciertos protocolos. Los vientos son muy fuertes y no hay que subestimarlos.

En época de lluvias, el terreno se pone resbaloso y los choferes tienen que extremar las medidas de precaución y seguridad. Lo mismo sucede en invierno, cuando se registran temperaturas cercanas a los -10º y el hielo demanda un manejo especializado.