En los salones del Copaipa se realizó ayer la Feria de Robótica organizada por el IITA (Instituto de Innovación y Tecnología Aplicada). Los más de 200 alumnos de Salta y Jujuy mostraron sus trabajos premiados en diferentes concursos nacionales e internacionales. Asistentes pudieron disfrutar de las muestras que incluyeron hasta combates de robots.

"Se respira educación, trabajo en equipo, perseverancia", aseguró entusiasmada Cecilia Budeguer, coordinadora del Instituto. Mientras, por detrás se escuchaban los vítores de los asistentes al ver los robots que sorteaban arbolitos de Navidad y debían luego, como desafío, continuar la línea demarcada. La mayor atracción fue la pelea de sumo de robots.

La feria fue abierta y gratuita e invitaron principalmente a docentes, a quienes les interese aplicar la robótica en las aulas.

Única institución en Salta

El IITA es el único instituto en Salta que tiene planes educativos desde el nivel primario hasta el secundario. Desde allí cada año alumnos participan de la Roboliga nacional y en los últimos 6 certámenes obtuvieron los primeros y segundos premios en la categoría de rescate.

Entre los exponentes estuvo Virginia Viollaz, quien obtuvo este año de forma solitaria el primer premio y es la primera mujer en lograr llegar a la instancia internacional que se celebrará en Países Bajos. "Comencé desde chica a los 7 u 8 años, ahora tengo 16", contó a El Tribuno sobre lo que , aseguró, se trata de "un camino inesperado". La joven que competirá el próximo año en el mundial robótica aseguró que no estaba en sus planes incursionar en la robótica e invitó a otros a que se animen. "Hay que intentarlo, deben buscar los medios, porque es un herramienta que les servirá mucho para el futuro", señaló.

Experiencia de los jóvenes

Otros jóvenes también contaron sus experiencias, como Diego Salinas, que participó del concurso nacional en la categoría de "futuros ingenieros". El joven comenzó hace 6 años "de forma independiente" y hace 2 comenzó a incursionar en el IITA. Si bien aseguró que "como a todos los argentinos le encantaba jugar a la pelota", se introdujo en la tecnología porque "es parte del futuro del mundo". Su proyecto, contó, apunta a la visión artificial.

La exposición que Diego compartió constaba de una cámara que puede detectar objetos y caras. "Puede servir para personas no videntes", destacó.