El papa Francisco advirtió este domingo que la ciudad de Roma tiene que mejorar sus servicios básicos para residentes y visitantes antes del comienzo del Año Santo 2025, que se espera atraiga a decenas de millones de peregrinos.

Francisco hizo estos comentarios en las tradicionales vísperas de fin de año del Vaticano, conocidas como el Te Deum, unas seis horas antes del comienzo del Año Nuevo.

"¿Estamos trabajando, cada uno a su manera, para hacer de esta ciudad un signo de esperanza para los que viven aquí y para los que la visitan?", preguntó en su homilía en la basílica de San Pedro.

Roberto Gualtieri, alcalde de esta ciudad plagada de transportes públicos ineficaces, contenedores de basura desbordados y atascos de tráfico, estaba sentado en primera fila. El Papa le estrechó la mano más tarde.

Francisco, de 87 años, señaló que la ciudad, en particular, tiene que ser más amigable para las personas mayores y las personas con problemas de movilidad.

En la mayoría de los barrios, sobre todo fuera del centro, los usuarios de sillas de ruedas y las personas mayores tienen que sortear los coches aparcados en las aceras o que bloquean las rampas de acceso, normalmente con impunidad para sus propietarios.

Francisco dijo que Roma necesita "decoro sencillo y funcionalidad normal" porque una "ciudad más habitable para sus residentes es también más acogedora para todos".

Roma celebra un Año Santo, también conocido como Año Jubilar, al menos cada 25 años. Los peregrinos acuden a la ciudad para rezar en sus numerosos lugares santos y recibir bendiciones especiales.

El tristemente famoso tráfico de la ciudad se ha agravado recientemente debido a las obras de preparación del Año Santo de 2025, que incluyen pasos subterráneos y ampliaciones de la pequeña red de metro.