Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
Con el tiempo el paladar rústico del coquero fue cambiando, se fue afinando y comenzó a exigir nuevas sensaciones. Surgieron así una gran cantidad de propuestas y sabores en el mercado.
5 DE Diciembre 2023 - 08:05
Las costumbres van cambiando. Las tradiciones se agiornan a la moderna forma de vivir del siglo XXI y el coqueo, práctica ancestral del comunidades originarias adoptada por el gaucho y la gente de campo, no escapa a esta corriente.
Desde tiempos inmemoriales la hoja de coca es acompañada con bicarbonato de sodio, que según la creencia popular “le potencia el gustito” exhaltando todas sus bondades, aunque desde el punto de vista médico es un cóctel peligroso. Pero ese es otro capítulo que no abordaremos en esta ocasión.
El caso es que, con cada bolsita de coca los consumidores suelen comprar un sobre de bica. Hasta no hace muchos años, el antiácido sólo se comercializaba en su estado tradicional en dosis de 20 gr. Y los coqueros a cada acullico le incorporaban una pisca de ese polvo blanco, fuerte y amargo para generar en el interior del cachete, donde colocan el amasijo, la reacción química esperada.
Sin embargo, con el tiempo el paladar rústico del coquero fue cambiando, se fue afinando y comenzó a exigir nuevas sensaciones.
Para saciar la demanda de nuevas experiencias surgieron tímidamente productos innovadores, entre ellos el “bica saborizado”. La stevia hizo la punta, acompañada por la menta. Estas variantes prepararon el terreno para el arribo de un aluvión de propuestas.
Hoy en los kioscos se ofrecen bicarbonatos sabor a frutilla, banana, menta y limón (conocido como el Roque Narvaja), maracuyá, naranja y chirimoya. Luego se sumaron excentricidades como el choco menta, café, ron, whisky, chicle y sabores a reconocidas marcas de gaseosas y energizantes. La gama es infinita.
Consultado al respecto, Luis Russo, reconocido coquero del Valle de Lerma y detractor de la nueva tendencia contó: “La coca se acompaña con bica, el tradicional, el que viene en el sobrecito de Yuspe, Campiña o Dumba. Antes uno llegaba al negocio y le decía ‘dame coca y bica’ y el kiosquero entendía. Hoy te dicen: ¿Quiere bica de uvas, sandía o melón? ¿Qué es eso? A dónde quieren llegar”. Por último explicó: “Yo por ahí, cuando quiero variar, compro coca machucada con stevia bico o chama bico, y me doy el gustito, pero la ‘yapo’ con el bica tradicional. Ese es el extremo al que puedo llegar. Más allá no incursionaría jamás”.
Nela, quien atiende un kiosco de venta de coca y bica en Cerrillos, señaló que en zona sur, en general, se consume el de maracuyá y la chirimoya; mientras que en zona norte, barrio El Huaico y alrededores, de banana y chicle. “En el centro son más de los frutos rojos y el Red Bull”, detalló.
“Depende el lugar, los gustos varían. A uno por ahí le llama la atención ver a un gaucho bajarse del caballo con todo el cotillón: botas, sombrero, pañuelo al cuello y espuelas, y pedir una bolsa coca y un sobre de bica sabor a frutos del bosque o frambuesa. Lo mismo pasa con los camioneros, pero bueno las costumbres van cambiando”, contó la señorita.
Lo cierto es que la nueva tendencia es arrolladora y promete seguir innovando para acompañar al coqueo en su significado más profundo: el festejo, la meditación y el remedio. El bica, señalan, le da sabor a esa costumbre ancestral, bálsamo para las tristezas, compañera del trabajo y expresión de entrega en los rituales andinos.