La vocación, la voz prodigiosa, la pulsión de radio y la pasión por el tango. De todo ello es "legataria" la conductora radial y televisiva Silvia Ruiz, que hoy vuelve con "Dialogando en tangos", de 17 a 19, por la AM 840. Con 45 años de trayectoria seguirá honrando el legado de su padre, Bienvenido Alberto Ruiz, fallecido en 2014 y quien dedicó gran parte de su vida a la radiofonía con su programa "Dialogando en tangos, por las calles de mi barrio", que se emitía los sábados al atardecer por Radio Güemes, Radio Salta y AM 840.

"Cuando mi viejo empezó a hacer el programa en 1971 yo tendría 15 años. Para mí la radio era como mi casa más o menos y escucharlo al papá en la radio era escucharlo como lo escuchábamos en la casa, pero a la vez fui aprendiendo del tango a través de lo que él ponía, de las historias que contaba y de las referencias que hacía", señaló, volviendo la mirada sobre el hombro. Silvia acompañó a Alberto en 2008 en Radio Salta y la complicidad entre ambos se acentuó, y así supo que la preproducción era vital para su padre. "Llegaba el miércoles y él empezaba: 'Mamita, por favor, hacete un tiempito, porque tenemos que elegir los tangos para el programa, ¿Cuándo vamos a elegir los tangos?'. Y él tenía que elegirlos mucho antes de salir", recordó, con cariño. Por aquella época, relató, la modalidad de Alberto era escoger minuciosamente los temas y hacer una referencia a ellos que instruyera al público cuando salía al aire. "Después de que él se fue, comenzaron las llamadas por teléfono o los mensajes de whatsapp con los que la audiencia me pide los tangos que quiere escuchar con sus correspondientes dedicatorias", acotó, porque el tono intimista de la radio se construye ineludiblemente con un feedback.

Una audiencia fiel

Dicen de Salta que es cuna de poetas y cantores, pero de cuño folclórico. Sin embargo, abundan los cultores del tango desde hace años, y en muchos casos se criaron integrando la cálida audiencia que atendía "Dialogando en tangos, por las calles de mi barrio". "Antes de la creación de este programa por parte de mi papá, el tango no tenía mucho movimiento en Salta y a través de esta puesta empezó a tener más seguidores o al menos a hacer más visible la música ciudadana en Salta", apuntó Silvia.

Esta audiencia de la que habla se tornó una corte de seguidores incondicionales del programa. "Es increíble que hasta hoy, después de 51 años de creado el programa, me siguen llamando los hijos y los nietos de los que escuchaban el tango en esa época con Bienvenido. O sea, que ya este programa cobija a tres generaciones y me atrevería a decir aún a más, porque los chicos jóvenes también son seguidores del tango", manifestó.

Entregándose a la nostalgia compartió que los oyentes corporeizan a su padre cada vez que le comentan las escenas familiares que vivían antaño en torno de la radio. "'Poneme tal tango, que me hace acordar a cuando mi papá me decía: 'Sentate y no abrás la boca porque la radio está prendida y quiero escuchar 'Dialogando' con Bienvenido". Así constato que el programa llega a todo público", indicó. Acerca de cómo cae enamorado sin remedio alguien por el género teorizó: "Generalmente la persona se acerca al tango cuando empieza a vivir un poco las historias de amor. Por ahí tuvo alguna desilusión en el corazoncito y escuchó una letra de tango y lo sintió cercano a su sentimiento". Aunque también reconoció que la adherencia se explica en la capacidad de aquellas sabias letras de leer las realidades interiores y exteriores como nadie. "Por ejemplo, Siglo XX Cambalache es un tango escrito por Enrique Santos Discépolo hace muchísimos años y podríamos decir hoy que fue un visionario por cómo describió a la sociedad y a la política. Lo escuchamos y parece que hubiese sido escrito hoy", dijo. Por último, se refirió al horario del programa: "Es muy adecuado el domingo, porque la gente está tranqui después del mate o tomando matecito a esa hora. Me imagino que se tiraron un ratito a dormir la siesta lógicamente, o se quedaron haciendo algunas cositas en el jardín o salieron a pasear y dijeron: 'Me voy a escuchar un tanguito, puede ser, por qué no'". Y si cabía duda en la audiencia, así como ellos imaginan lo que ocurre en el estudio de radio, también quien está dentro hipotetiza sobre sus oyentes.