Mauricio Giménez jugará hoy su último partido con Los Mayuatos. A la camiseta bordó la defendió por más de veinte años, entre torneos de quince y seven, compartió camadas con históricos jugadores y hoy le toca ser uno de los referentes de la nueva generación que se abre camino entre grandes desafíos.

Esta tarde no buscará ser el protagonista de la jornada. Para el centro, Los Mayuatos están por encima de todo. Con El Tribuno repasó de su carrera, donde destacó la "familia" que integró siendo un hombre del seleccionado.

¿Cuántos años de mayuatos son?

En 2001 tuve la primera convocatoria. En 2003 entré en la lista para el Argentino y en 2004 empecé a jugar ya de titular y a tener continuidad. En 2001 además me convocaron para el seven, jugué en el seleccionado mayor y en 2002 salimos campeones. Desde 2004 hasta 2009 jugué todos los Argentinos y de 2012 hasta 2016 que fue el último.

¿Cómo fue madurando la idea del retiro?

En el último Argentino notaba que jugaba un partido y al otro no, después no me convocaron más y me quedó esa espina. El año pasado se volvió a gestionar a través de la Unión este tema de reflotar el Argentino para que jueguen los seleccionados. Creo que es el momento, no fue difícil tomar la decisión, pero es algo muy emocionante porque te vienen todos estos recuerdos.

Dentro de esos recuerdos te tocaron grandes compañeros....

Soy mas contemporáneo a Carlitos Orlando, Goy Correa, Mono Irazusta, Juan Crivellini, Tin Núñez. Toda esa camada acompañábamos a los más grandes, al Bicho Pavón, Fede Racioppi, Fofi Moreno Solá, Juancho Haro, Arturo Mimessi, César Pérez. Esa generación para mi fue mágica porque venían desde la C, ascendieron hasta la A y en su momento éramos la Unión con menos gente, pero nos manteníamos ahí, peleando. Fue una buena generación.

Se habla del equipo como una familia. ¿En Los Mayuatos sentiste que se logró esa unidad?

Si, totalmente. Ahora con esto que contaba del Argentino es más difícil porque se perdió mucho, encima tuvimos una pandemia de por medio. Pero gracias a esos grandes que estamos recordando nosotros seguimos con esa tradición, hasta el día de hoy nos juntamos, charlamos y compartimos. De hecho estamos tratando de armar un seleccionado classic y jugar contra otras uniones y otros equipos. Se recontra logra y se alimenta con buena competencia y con buena onda.

¿Quién fue el mejor compañero en el centro que tuviste?

De mi club, José Decavi, jugamos mucho tiempo juntos. Y en la Selección hubo grandes centros. Mono Irazusta, que fue pumita y puma; a Tortuga Saravia lo admiraba mucho.

¿Se está preparando para vos algún recibimiento especial?

Lo más importante va a ser ganar. Para mi Tucumán no es un rival más. Lo del retiro es algo totalmente secundario al evento principal que es jugar en tu cancha, con el seleccionado y contra un rival que para mi es un clásico o por lo menos alguien a quien siempre le querés ganar. Ojalá sea un buen partido y que ganemos.

¿Cómo ves la idea de reflotar el Campeonato Argentino?

Para mi es espectacular. Jugar el Argentino es lo mejor que hay, la mejor parte del año. Entiendo que el rugby no vaya por ahí, que se busque otra cosa, pero que se lo esté reflotando es muy bueno. Tenemos un sistema de franquicias que capta un par de chicos y queda un montón de gente fuera de ese sistema que tienen mucho potencial.

¿Cómo definirías a la actual camada de Los Mayuatos?

Es una camada excelente. Se cambió un poco la metodología. Antes era pasión y locura, ahora son mucho más técnicos los chicos. Está germinando esa semillita del seleccionado, de representar a tu provincia. Se hace más fácil el retiro cuando ves que hay mucho potencial.

¿Pensás en asumir el rol de entrenador tras tu retiro?

Primero quiero descansar, fue un desgaste grande. Nunca me costó nada, ahora si. Me gustaría volcarme más a la parte dirigencial que a la de entrenar. Aprender primero y luego volcarme a mi club y a la Unión.