Daniel Oxandaburu (55), es un salteño de Villa Chartas, que desde el 2018 padece cáncer de médula ósea. Además de sufrir con la enfermedad, su familia asegura que son víctimas de la burocracia del sistema de salud estatal.

Consultada por El Tribuno, Sandra Cabero, esposa de Daniel, contó: “Venimos luchando mucho, cada vez que hay un tratamiento o un protocolo distinto, tenemos que recurrir a la prensa y a la judicialización. A lo largo de estos cinco años, así fue. Nunca nos respondieron en los tiempos correspondientes”, afirmó. Y relató: “Mi esposo fue trasplantado en el 2020, luego estuvo en revisión dos años y entro en recaída. Para indicarle la nueva quimioterapia, tenían que hacerle una tomografía de alta complejidad que se hace en Buenos Aires. Fue un peregrinar hasta lograrlo, luego de pasar los seis ciclos de quimioterapia, los análisis nos dieron resultados que no esperábamos. Fue un tratamiento sin éxito”.

Ministerio de Salud

Luego, siguió: “Por eso, inmediatamente tuvimos que hacer estudios y se dio un nuevo protocolo. Para lo cual nos recetaron nueva medicación. El pedido se hizo a mediados de enero (del año pasado)  al Ministerio de Salud. Sin embargo, hasta ahora las drogas no llegaron. A pesar de que están incluidas en el vademécum de la provincia y son mucho más económicas que las anteriores, no tenemos respuestas”.

TE PUEDE INTERESAR: Angustia e incertidumbre por la falta de cobertura de Incluir Salud Salta

Asimismo, manifestó que: “Desde el gobierno me dijeron que no hay dinero para estas drogas y que las solicite a Nación. Hicimos el pedido y no tuvimos novedad. Mi angustia es porque van pasando los meses y nos dicen que no hay plata. El año pasado se hizo un pedido especial en el presupuesto provincial que fue rechazado”.

El tiempo pasa y el cáncer no espera 

Además, Cabero, dijo que este año el pedido por la medicación también se incluyó en el presupuesto y añadió: “El tiempo pasa y el cáncer no espera, necesito las drogas ya. Mi marido tiene cierta sintomatología que no sabemos si es neuronal. Por eso, necesitamos hacerle los estudios. Una neurocirujana no indico dos resonancias de forma urgente, porque tiene mucho dolor. Desde el tomógrafo Salta, me dijeron que las resonancias no son urgentes, me pidieron que justifique la urgencia. No pude más con la situación, la falta de empatía y me quebré en llanto”.

Pedido a las autoridades 

Y dijo: “No me pueden dar un turno para un paciente oncológico 70 días después. Es decir, recién para el 27 de marzo. Por eso, le contesté a la secretaria que el 27 le llevó el certificado de defunción. Tuve que venir de nuevo a moverme para lograr que me den un turno inmediato”. Finalmente, Sandra solicitó: “Pido por favor a las autoridades, necesito las drogas ya. El cáncer no espera a que ustedes tengan plata y al presupuesto. Estoy luchando contra el sistema de salud, por la vida de mi esposo”.